El expresidente de la República Guillermo Lasso ha aclarado en su cuenta de X, la noche de este domingo 17 de marzo que no ha recibido ninguna notificación, ni él ni sus abogados, para declarar, «de manera libre y voluntaria»en el Caso Metástasis, según habían reportado el sitio oficial de El Telégrafo, y la página web de Teleamazonas, sin citar fuentes.
Lasso dice que se. ha enterado de «la supuesta convocatoria» a través de los medios de comunicación. Y que él entiende que «se trata del perdido de una procesada, mas no de una iniciativa fiscal».
Aunque Lasso no lo menciona de manera expresa, aparentemente se refiere a la colombiana Claudia Garzón, que fuera parte de una comisión de pacificación de las cárceles creada por su gobierno con el objetivo de acabar con la violencia entre los reclusos.
La Fiscalía ha formulado cargos contra Garzón, y contra otra comisionada, Myriam Alejandra Delgado, a las que acusa de haber propiciado mejoras en la situación carcelaria de algunos reclusos, particularmente de Leandro Norero, a cambio de beneficios económicos.
Lasso se encuentra en Miami desde el 9 de marzo en calidad de docente invitado del Programa Senior Leadership Fellow, del Adam Smith Center for Economic Freedom de la Florida International University, según lo informó a la Asamblea Nacional el 7 de marzo. No obstante ha expresado su predisposición de comparecer ante la Fiscalía, para ayudar a esclarecer la verdad, si es que finalmente fuere llamado.
Según ha reportado Teleamazonas, sin citar fuentes, Lasso debe rendir su versión a las 11:00 de este lunes 18; Fabián Pozo Neira, exsecretario Jurídico de la Presidencia, a las 11:30; Fausto Cobo, extitular del SNAI, a las 12:00; Alexandra Vela, exministra de Gobierno, a las 12:30; Patricio Carrillo, exministro del Interior, a las 14:00; Max Campos Gallegos, exviceministro del Interior, a las 14:30.
La comisión de pacificación existió hasta junio de 2022, cuando terminó su gestión después de admitir su fracaso en intento de mediar entre los reclusos para que cesen las masacres. Leando Norero ingresó en prisión apenas tres semanas antes, cuando se descubrió que no estaba muerto, sino que dirigía operaciones de narcotráfico.
