El dinero que los zoológicos de Estados Unidos recaudan para pagarle a China el derecho de albergar y exhibir pandas en sus instalaciones no está siendo destinado a la conservación, sino que se está inviertiendo en otros gastos, según una investigación publicada este viernes por el diario New York Times.
Según la ley estadounidense, las decenas de millones de dólares de donantes que los zoológicos estadounidenses han recaudado durante años para enviar a China debían destinarse a proteger a los pandas en la naturaleza, algo que no está sucediendo.
En su lugar, el gobierno chino -que es cada vez menos transparente con el destino de los fondos- gastó millones en edificios de apartamentos, carreteras, computadoras, museos y otros gastos, concluye el diario tras revisar los registros.
Los reguladores del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, que supervisa los pagos, han expresado durante dos décadas su preocupación por esto tanto a los administradores de los zoológicos estadounidenses como a los funcionarios chinos.
Incluso, recuerda el diario, el gobierno estadounidense, en tres ocasiones, congeló los pagos a China por un mantenimiento de registros incompleto.
Pero al final la situación siempre se descongeló por el miedo de los zoológicos a que China se llevara a sus pandas, que en Estados Unidos suelen ser la atracción mayor de los zoos. Estos cuentan con los pandas para atraer visitantes, para las ventas de mercancías y para llamar la atención de los medios.
Los reguladores del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos permitieron finalmente que el dinero siguiera fluyendo y acordaron no controlar tan minuciosamente el gasto en China, según los registros y según comentaron al New York Times varios exfuncionarios del organismo.
«Siempre hubo presiones de ida y vuelta sobre cómo Estados Unidos no debería preguntar nada», dijo Kenneth Stansell, un ex funcionario de Pesca y Vida Silvestre que viajó a China durante la década de 2000 para hablar sobre los pandas.
Los zoológicos de Estados Unidos pagan alrededor de un millón de dólares al año por una pareja de pandas de China, un acuerdo que se da en el marco de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
El alquiler de pandas se ha promocionado como un gran éxito de conservación, pero el periódico afirma que «lo que mejor ha hecho el programa es criar más pandas para los zoológicos».
El Times utilizó dos décadas de informes financieros, correspondencia interna, fotografías y registros de archivo para rastrear más de 86 millones de dólares de zoológicos estadounidenses a un par de organizaciones dirigidas por el gobierno chino.
Los zoológicos aprueban qué proyectos se financian y luego los enumeran en los informes anuales al Servicio de Pesca y Vida Silvestre. Esos registros muestran que se asignaron fondos para construir edificios de apartamentos lejos de las reservas naturales, para comprar computadoras y televisión satelital para las oficinas del gobierno local y para construir tres museos.
Los primeros acuerdos firmados con China hace décadas otorgaban a los zoológicos el derecho de verificar la financiación sobre el terreno pero los contratos firmados recientemente por el Zoológico Nacional en Washington y por el Zoológico de San Diego «no mencionan la verificación de cómo se gasta el dinero», denuncia el periódico. EFE (I)