Guayaquil.- El Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador y la Universidad de las Artes, inauguraron la exposición «Tábara: Colección Latinoamericana» del maestro Enrique Tábara Zerna (Guayaquil, 1930), quien es considerado uno de los pintores más importantes del Ecuador y cuya influencia alcanza a diversas generaciones.
En el marco de las políticas de reconocimiento de los artistas nacionales, la Universidad de las Artes del Ecuador (UArtes) rindió su homenaje al maestro Tábara por su amplia trayectoria profesional y profundo legado artístico e histórico.
La UArtes ha homenajeado también a los artistas Miguel Donoso Pareja, Efraín Jara Idrovo, Araceli Gilbert, Luis Humberto Salgado, Pablo Palacio y Ricardo Maruri Castillo.
En el homenaje tomaron la palabra el Presidente de la Comisión Gestora y Rector de la Universidad de las Artes del Ecuador Ramiro Noriega Fernández y los catedráticos Xavier Patiño y Saidel Brito.
En su discurso Noriega dijo que: «Para nosotros, que estamos construyendo la Universidad de las Artes, profesores, estudiantes, ciudadanos en general, el reconocimiento no es un acto pasivo. Es un riesgo que tomamos por referirnos a lo que somos y también en muchas formas a lo quisiéramos ser».
«Esta noche, nuestro desafío se llama Enrique Tábara. Tiene la forma de su obra contundente. Se mueve con la ironía de sus imágenes. Nuestro desafío se inscribe en el rastro que su acción artística va dejando a través del tiempo en los espectadores que somos y que hemos sido. Por eso estamos aquí, porque confiamos en que su fuerza creativa, su pulso sensible nos afecte, como lo ha afectado a él, hasta convertirlo en lo que ya es, un artista necesario. Con toda nuestra admiración, querido Maestro, permítame dar fe de esta necesidad que tenemos de tenerlo entre nosotros siempre», concluyó Noriega.
Xavier Patiño procedió a la lectura del Acuerdo de la Universidad de las Artes dado en sesión extraordinaria número 15 de fecha 8 de noviembre de 2016, en la cual la Comisión gestora de la Universidad de las Artes, estableció el reconocimiento al mérito artístico para ser otorgado en un acto público al maestro Enrique Tábara Serna, «considerando que el reconocimiento del mérito artístico recoge el sentimiento de la Academia, la cual admira y reconoce como ejemplo para futuras generaciones de artistas, en ejercicio de las atribuciones legales de las cuales se encuentra investida resuelve: conceder el reconocimiento al mérito artístico al maestro Enrique Tábara Zerna, para hacer un justo estímulo a su fecunda obra realizada en beneficio de la excelencia artística y en beneficio del desarrollo de la cultura de la ciudad».
Tábara ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Guayaquil en 1946, donde fue influenciado por el maestro alemán Hans Michelson. Más tarde se sintió atraído por el movimiento constructivista del ruso Vladimir Tatlin y por el informalismo español, orientándose hacia un constructivismo geométrico,
Una de sus más reconocidas series es la de «Pata patas», que corresponden a cuadros que tienen piernas, y piernas con zapatos y pantalones. La primera acuarela que hizo con temas de piernas fue en el año 1968.
El maestro le cuenta a La República que este mes tiene tres exposiciones, de las cuales la primera ha sido ésta en el MAAC, el 18 expondrá otra muestra de 40 pinturas de cinco años atrás que son parte de la colección de su fundación, que será en el Museo Municipal de Guayaquil. Esta es una exposición que está proyectándose para viajar por Europa y por otros países de Latinoamérica, en lugares donde él ya ha hecho exposiciones, como en el Museo Rufino Tamayo, el Museo Nacional de Santiago de Chile, a San José de Costa Rica, a Puerto Rico, entre otros sitios.
«Yo he tenido la suerte de viajar con muchos países», dice Tábara, » yo he tenido la suerte de viajar con mis cuadros, en 70 países he hecho exposiciones, en Alemania, en Francia, en Italia, en España donde yo vivía, eso ha sido una satisfacción porque además de pintar he podido conocer muchos países y mucha gente.»
«Yo, cuando salí del Ecuador, gracias a una beca que me dio el gobierno para estar en España tres años, y me quedé nueve, llevaba mucha obra, que le gustó al grupo de pintores de vanguardia y ellos me acogieron. A España, prácticamente, yo entré por la puerta grande porque me hice amigo de los mejores pintores que en ese momento figuraban.»
«Después tuve la suerte de que un marchante suizo me fue a buscar a España, me hizo un contrato y yo me fui a vivir a Suiza, vivía en un pueblito cerca de Lausanne, donde habían las vacas con sus campanas… ¡Qué lindo que es Suiza! Ahora vivo en un pueblito cerca de Quevedo, porque estuve desde muy joven por allí y a mí siempre me ha gustado el campo, y bueno, ya me gustó el lugar y me quedé por allí».
«Yo a los jóvenes pintores les diría es que el arte es un poquito difícil, porque hay que dedicarse por entero, que la pintura lo necesita todo, y esperar pintar mucho antes de tener cosas, olvidarse de todos los éxitos y de lo económico para poder trabajar con libertad».
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María Rosa Jurado
Fotos Larepublica.ec