Guayaquil.- «Gulag» es el nombre con el que se llamaba a los campos de concentración rusos durante la Segunda Guerra Mundial. El sitio donde llevaban, no sólo a prisioneros de guerra, sino a los presos políticos, a los presos por ideología y a todos los que no pensaban como el comunismo en ese tiempo».
«Gulag» es la exposición que el artista Leonardo Moyano (Guayaquil, 1991) inauguró el 3 de mayo en la galería DPM, ubicada en Circunvalación Sur 111 y Víctor Emilio Estrada.
Moyano, que está cursando el último año en la Universidad de las Artes y viene del ITAE, afirma que consume mucha historia para investigar sus proyectos, «estoy pintando y estoy oyendo documentales sobre las guerras, me parece un campo de trabajo muy interesante para utilizarlo hoy en día».
«Investigando descubrí que se utiliza ese mismo nombre en la actualidad para referirse a los campos de trabajo forzosos, se les sigue llamando Gulags, y por eso decidí usar ese término para la muestra, porque he querido asimilar a un campo de concentración la galería, para que cuando llegues acá, te topes con un experimento de escape o de imaginación, por ejemplo, esta obra que es un reflejo del mar con nubes, está en una línea imaginaria, está ubicada en un punto exacto del globo terrestre, que nunca lo ves porque está sólo en los mapas o tratados políticos. Pero, en esta obra la he hecho visible a esa línea», dice Leonardo.
Incluso, por más señas, hay un brocha en el piso al pie de la línea.
Leonardo explica que cada cuadro lleva por nombre una cita del texto curatorial, el mismo que está compuesto por citas de algún libro o de alguna película que tiene relación con el tema del cuadro. Y que ciertas manchas rojas en las obras hacen alusión al rojo asociado al comunismo.
La obra de «LAS ISLAS DE SOLOVETSKY» es un archipiélago, donde encontramos barcos y algunos elementos limítrofes, como boyas. El objetivo que se planteó el artista en este caso, fue mostrar ciertos lugares del globo terráqueo que se encuentran limitados por cosas como el status, pero que en realidad, estos límites no pueden verse. Pretende hacer evidentes los lugares de la tierra que están limitados, pero que no se ve, ubicando las boyas y dejando al barco en la arena y el mar vacío.
-24 casetas de vigilancia» es un conjunto de 24 cuadros que constituyen una metáfora de las 24 horas de la jornada del guardia de turno que tiene a su cargo la caseta de vigilancia en un Gulag.
Moyano se apropia de la documentación encontrada en fotos y videos para realizar sus cuadros.
Le interesa ver cómo temas de hace cien o cincuenta años, se los puede renovar y hacerlos vigentes, y el hecho de que los temas políticos que estamos viviendo ahora, son los mismos temas que siempre dan la vuelta y regresan al presente.
El cuadro con el hombre en medio de la montaña y la nieve, muestra a uno de los guardia regresando de su turno de vigilancia en Siberia. A los guardias les decían «los fantasmas», pues parecían una mancha negra fantasmal cuando regresaban todos juntos en fila con sus ropas negras al atardecer.
Los cuadros de dibujos con marco negro son vídeos que él los quiso descomponer, para crear una serie acerca de como el vigía carcelero cubría todo el campo de concentración con su mirada sojuzgadora.
Bien podría servir de corolario de esta muestra la frase del filósofo Jorge Santayana que decía: «aquellos que no pueden aprender de su pasado, están condenados a repetirlo».
María Rosa Jurado
(F) fotos larepublica.ec