El entusiasmo marca el regreso de Perú al Mundial 36 años después

La cuenta atrás para el regreso de Perú al Mundial, 36 años después de su última comparecencia en la competición, ha estado marcada por el entusiasmo, tanto en los miles de aficionados que se han trasladado a Rusia para apoyar a la bicolor como en el interior de la concentración.

La buena racha de resultados conseguidos de la mano de Ricardo Gareca, elevado a la categoría de gurú en Perú, han despertado enormes expectativas ante el debut frente a Dinamarca contra quien, si se cumple la lógica, deberían jugarse uno de los dos primeros puestos del grupo C que da acceso a los octavos de final.

Lejos queda ya aquel 22 de junio de 1982, lejano aparece también el estadio de Riazor, en la localidad española de La Coruña, última comparecencia en el Mundial, que se saldó con un bello gol de Guillermo la Rosa en el 83, pero inútil frente a los cinco que llevaba ya Polonia.

Comenzó entonces una travesía del desierto que acabará este sábado a las 16.00 horas GMT en el estadio Mordovia Arena de Saransk contra Dinamarca ante más de 45.000 espectadores, muchos de ellos peruanos que no han dudado en acudir al retorno de su selección a la élite del fútbol.

Estos últimos días han llenado de colorido las calles de Moscú, cuartel general de la selección en el Mundial, una de las expediciones que más se ha dejado ver en la capital rusa, muestra del entusiasmo que se vive en un país que se paralizará para presencial las andanzas de un equipo que ha logrado conectar con fuerza con el público.

La meritoria clasificación para el Mundial, por delante de selecciones tan poderosas como Chile, la racha de quince partidos sin conocer la derrota y la buena imagen dejada en los amistosos previos al Mundial alimentan la fe de la hinchada.

En el país, donde se ha disparado la venta de televisiones para seguir la competición, en Rusia, donde los aficionados sienten el latido de sus corazones acelerarse a medida que se acerca la hora del partido, y en el interior de la plantilla.

«Cuando venía para acá escuchaba o veía en redes sociales que iban a venir gran cantidad de peruanos, pero recién que hemos visto vídeos, que vemos la realidad», indicó, incrédulo, André Carrillo, que se mostró «agradecido» por un apoyo que consideró merecido.

«Hemos generado eso y esperamos que disfruten como nosotros vamos a disfrutar», dijo el jugador que señaló que más que la presión sienten el respaldo del pueblo.

«Mi papá me contó que los Mundiales son impresionantes», relataba Yoshimar Yotún, que recordaba que, de niño, no entendía por qué Perú no estaba en la competición.

«Vamos a sentirnos locales en todos los partidos. No te podría decir la gente que va a haber, pero como jugadores vamos a ser locales todos los partidos», señaló Pedro Aquino.

«Veo las historias de los peruanos en Rusia y es increíble que haya tanto peruano que haya venido acá a ver a la selección, a hacernos sentir que Perú está acá. Me quedará grabado el resto de mi vida, que tanta gente haya venido a ver el Mundial«, dijo Aldo Corzo.

Por la lógica del tiempo, ninguno de los componentes del equipo había vivido antes un Mundial sobre el terreno, lo que confiere un carácter histórico su debut de mañana.

Solo Pedro Gallese y Christian Ramos han vivido una experiencia similar en las categorías inferiores, nada que ver con el evento de los grandes.

A falta de experiencias directas, los peruanos han tenido que conformarse con dos indirectas.

El uruguayo Sergio Santín, asistente de Gareca, jugó con la «charrúa» en México 86 y el actual director deportivo, Juan Carlos Oblitas, los de Argentina 78 y España 82. EFE

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