La petrolera estatal Petrobras comenzó el proceso de venta de la polémica refinería Pasadena, en Texas (EE.UU.), la cual ya estaba incluida en el plan de venta de activos de la compañía, informó hoy la empresa.
La operación deberá incluir todo el sistema de operaciones de refino, incluida la refinería, con capacidad de procesamiento de petróleo 110.000 barriles por día y una capacidad de almacenamiento 5,1 millones de barriles de petróleo, de acuerdo con un comunicado al mercado.
También contempla la terminal marítima y la logística, así como un terreno estratégicamente localizado en el canal marítimo de acceso a Houston para oportunidades de expansión futura.
De esa forma, la petrolera, centro de un gigantesco escándalo de corrupción, comenzó hoy la etapa de divulgación (teaser) de informaciones para la venta de la refinería, cuya adquisición por parte de Petrobras está siendo investigada por las autoridades brasileñas.
La operación costó a Petrobras más de 1.200 millones de dólares en tramos entre 2006 y 2012, cifra que está bajo la lupa de la Justicia por sospechas de haber sido inflada malintencionadamente.
Petrobras compró la mitad del capital de la refinería por 360 millones de dólares a la belga Astra Oil, que un año antes había pagado 42,5 millones de dólares por la totalidad de la planta.
Debido a una cláusula en el contrato, Petrobras fue forzada a desembolsar otros 820 millones de dólares por la otra mitad del capital.
La venta de Pasadena se enmarca en el plan de desinversión que puso en marcha la petrolera en 2016 para hacer frente a la crisis provocada por la caída de las ganancias, la elevación de la deuda y las dificultades de captación, y que prevé la venta de activos por 21.000 millones hasta 2018. EFE