FMI alerta riesgos para la economía, pero descarta inminente recesión

En esta foto de archivo del jueves 8 de octubre de 2015, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, responde una pregunta durante una conferencia de prensa en Liba, Perú. En un comunicado emitido el viernes 11 de febrero de 2016, la junta ejecutiva del FMI dijo que concedió a Lagarde un segundo periodo de cinco años en el cargo. (AP Foto/Rodrigo Abd, Archivo)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo hoy serias advertencias sobre la multiplicación de los riesgos para la economía mundial, pero al mismo tiempo transmitió algo de tranquilidad al descartar que sea inminente una recesión global.

«¿Una recesión mundial está a la vuelta de la esquina? La respuesta es no, pero definitivamente ha aumentado el riesgo de que la reducción del crecimiento se agudice», dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en una conferencia de prensa en el marco del Foro Económico Mundial que se inaugurará mañana en Davos (Suiza).

Su comparecencia ante los medios coincidió con la publicación por parte del organismo del informe «Perspectivas Económicas Globales», en las que se rebajan las previsiones de crecimiento de la economía mundial al 3,5% en 2019 y al 3,6% en 2020.

Ello representa dos décimas y una décima menos, respectivamente, de lo que se estimaba en octubre pasado.

Las grandes claves de este pronóstico se encuentran en la desaceleración en la Eurozona, en particular el frenazo de la economía alemana; la fuerte contracción en Turquía y la moderación del crecimiento en Latinoamérica.

«Dentro de la zona euro las revisiones a la baja más significativa son las de Alemania, que afronta dificultades de producción en el sector automotriz y una rebaja de la demanda externa», explicó la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, quien acompañaba a Lagarde en la rueda de prensa.

La experta agregó que uno de los mayores riesgos para la economía mundial es, sin duda, una salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea o una que se prolongue durante meses.

«Si sumamos las incertidumbres, las preocupaciones geopolíticas y las proyecciones decepcionantes de crecimiento a largo plazo, tenemos un panorama económico con un mensaje muy claro para los líderes políticos: resuelvan los puntos vulnerables y estén listos en caso de que una grave desaceleración se materialice», indicó por su parte la francesa Lagarde.

El objetivo, precisó, es lograr que las economías sean más resistentes e inclusivas y opten por el camino de la colaboración, en lugar de la confrontación.

La jefa del FMI sostuvo que ha llegado el momento de que los gobiernos concreten reformas que alienten el crecimiento, especialmente en los mercados de trabajo y en las inversiones en infraestructuras.

Las medidas a favor de la economía deben también beneficiar «a toda la gente», lo que incluye «ayudar a los trabajadores que han sido desplazados por la automatización, y crear más oportunidades para los jóvenes y mujeres», defendió Lagarde.

Según el informe, el crecimiento de las economías avanzadas, especialmente de los países que utilizan el euro, se ha moderado «más rápidamente de lo anticipado», mientras que las emergentes se ven frenadas por «las contracciones en Argentina y Turquía, así como por el impacto de las acciones comerciales sobre China y otras economías asiáticas».

No obstante, el FMI mantiene sin cambios las estimaciones para las dos grandes economías mundiales: Estados Unidos crecerá un sólido 2,5 % este año, que se moderará al 1,8% el próximo, a medida que el estímulo fiscal irá diluyéndose.

Por su parte, China crecerá un 6,2 % en 2019 y 2020, según los análisis de los economistas de la institución financiera.

Sin embargo, Gopinath advirtió de que la desaceleración de China puede ser «más rápida de lo que se espera», especialmente si las tensiones comerciales con Estados Unidos continúan, lo que a su vez puede empeorar las condiciones en los mercados financieros y de materias primas.

Al final de su comparecencia, Lagarde pidió «solidaridad» y «redoblar los esfuerzos para resolver los problemas compartidos» que se afrontan, en particular los relativos al comercio internacional, la lucha contra corrupción y la evasión fiscal, así como hacer frente a las amenazas del cambio climático. EFE

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