LA PAZ, Bolivia (AP) — La reina Sofía de España finaliza este viernes cinco días de visita a Bolivia donde conquistó con su sencillez y recibió manifestaciones de cariño.
La soberana debió pasar por alto los rígidos protocolos en sus múltiples encuentros con gente sencilla de pueblos de la región andina y el trópico que la abrazó, la besó en la mejilla y le estrechó la mano con efusividad, gestos que Sofía agradeció con una sonrisa.
Entre el miércoles y jueves pasó de los casi 4.000 metros del altiplano con vientos helados y 10 grados de temperatura a los 40 grados centígrados de San José de Chiquitos en el oriente, un pueblo indígena evangelizado por los jesuitas en el siglo XVII y donde aún los niños tocan música barroca a 800 kilómetros al este de La Paz.
En una cena que le ofreció el presidente Evo Morales el martes una mujer aymara le dijo: «Yo no te considero una reina, sino una hermana». En otro pueblo la enfundaron en mantillas y chales de lana de llama tejidas por indígenas andinos.
En San José de Chiquitos los regalos no cupieron en el pequeño avión que la transportó.
La reina gustó de la comida y de un concierto de música barroca en un templo de más de tres siglos construido con artesonados labrados por los indígenas.
Hoy tenía previsto visitar un instituto técnico para discapacitados en un barrio pobre de la ciudad oriental de Santa Cruz antes de emprender el retorno a su país, informó la embajada española.
En 2011 la cooperación española alcanzó a 55 millones de dólares, gran parte destinado a programas contra la pobreza. Sofía visitó los proyectos de la cooperación de su país y destacó el trabajo de los cooperantes. Es la sexta vez que visita Bolivia.