Nicolás Maduro convoca a conferencia de paz

CARACAS, Venezuela (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro convocó el domingo a que los diferentes sectores políticos participen el miércoles en un diálogo en busca de acuerdos, luego de dos semanas de protestas que han dejado 10 muertos, pero advirtió que mantendrá mano de hierro contra quienes fomentan la violencia.

«Esta mano que ven es la mano de (Hugo) Chávez convertida en pueblo, y la voy a usar como hierro para defender al pueblo», advirtió el gobernante ante cerca de un millar de ancianos que marcharon a ritmo de música folclórica por el centro de la ciudad y se concentraron afuera del Palacio de Miraflores, sede del gobierno, para manifestarle su apoyo.

Explicó que la «conferencia de paz» será instalada el miércoles en el Palacio de Miraflores y que espera que a ella asistan no sólo representantes de todos los sectores políticos, sino también empresarios.

Las manifestaciones de opositores al gobierno comenzaron hace dos semanas en contra de la inflación, que en enero ya había superado 50% anual, así como para quejarse por la escasez de productos básicos y el aumento de la delincuencia. Los manifestantes opositores también denuncian el uso de la violencia por parte de grupos del gobierno para reprimirlos.

Maduro declaró que «la locura fascista se va apagando», porque si bien en días anteriores hubo protestas multitudinarias en «18 municipios, ayer (sábado) sólo hicieron su maldad en seis municipios».

Desde el 12 de febrero, 10 personas han muerto y 137 han resultado heridas de bala en enfrentamientos callejeros. La organización no gubernamental Foro Penal Venezolano aseguró en su sitio web que, hasta el domingo, 539 personas habían sido detenidas por su vinculación con las protestas contra el gobierno, mientras que algunas personas habían sido agredidas fuera de las manifestaciones antigubernamentales.

El gobernante insistió en que «en el mundo hay una campaña contra Venezuela para justificar una guerra civil o, lo peor, para justificar una intervención militar de Estados Unidos contra Venezuela».

La marcha de los ancianos «es un llamado a la paz», declaró Héctor Rodríguez, ministro de Educación y vicepresidente para el área social, quien como otros miembros del gabinete asistió a la manifestación.

Vestidos con distintivos rojos, color del partido gobernante, con fotografías del fallecido mandatario Hugo Chávez, bandera venezolanas y pancartas en las que se leía «No a la violencia, sí a la paz», los manifestantes partieron de la Plaza Bolívar y al final se concentraron en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno, donde los esperaba Maduro.

«Aquí en Venezuela no hay guerra, no hay conflicto, sino una gente que está disociada, que está perturbando la paz», dijo a The Associated Press Gerardo Pérez, un anciano del estado Carabobo.

Rodríguez consideró que a la marcha asistieron unos 2.000 «abuelitos» que se han beneficiado de los programas sociales del gobierno, como el aumento a las pensiones.

Maduro aseguró que el 75% de todos los ancianos reciben una pensión equivalente al salario mínimo, «que es el más alto de América Latina» y que este año el número de pensionados aumentará a unos tres millones de personas, cerca del 100% de los mayores de 65 años.

«Nosotros somos buenos, no somos el cúmulo de rencores, de odio, de intolerancia» que han activados los grupos opositores que han realizado protestas contra el gobierno durante el último mes, insistió el gobernante.

A diferencia de días anteriores, la ciudad de Caracas amaneció el domingo en calma después que el sábado miles de opositores marcharon por una de las principales avenidas portando pancartas en las que se leía «Libertad, no más represión» y «Maduro, desarma a tus asesinos».

La ciudad suroccidental de San Cristóbal, donde se registraron en días anteriores violentas protestas, estaba el domingo en calma después de breves escaramuzas el sábado entre miembros de la Guardia Nacional y grupos opositores.

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