El Salvador enfrenta rumores de paro de transporte promovidos por pandillas

Un soldado vigila el paso de autobuses del transporte público en una calle de San Salvador, El Salvador, el miércoles 29 de julio de 2015. Los militares fueron desplegados para garantizar la seguridad ante un paro forzado por las pandillas y que el viernes 31 de julio comenzaba a declinar (AP Photo/Salvador Melendez)

El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, dijo ayer, en referencia a las supuestas amenazas de un nuevo paro de transporte para este lunes, que «solo son rumores», pero el Gobierno «está preparado para desplegar todas las fuerzas necesarias» en caso de producirse.

Sánchez Cerén respondió así, durante una entrevista emitida a través de diferentes canales de televisión y estaciones de radio, a los rumores difundidos durante la presente semana en redes sociales por personas anónimas, quienes atribuyeron las amenazas de paro en el sector a la Mara Salvatrucha (MS-13).

Representantes de la Policía Nacional Civil (PNC), de la Fuerza Armada (FA) y del Ejecutivo, quienes aseguraron durante los últimos días estar investigando las amenazas, negaron que se encontrasen indicios de veracidad en los mensajes difundidos en redes sociales.

Pese a que no hay confirmación del paro en el transporte, el presidente salvadoreño garantizó a la población que «mañana va a haber seguridad en todas las rutas de transporte», dando respuesta a los empresarios que solicitaron que en sus unidades vaya efectivos de seguridad.

Agregó que se garantizará vigilancia y medidas de seguridad adicionales en terminales de autobuses y en zonas de mayor riesgo, donde suelen operar las pandillas.

El jefe del Estado salvadoreño espera que los transportistas «salgan a trabajar sin miedo», pero «por si alguno se suma al paro» el Gobierno tiene un dispositivo de transporte gubernamental para dar servicio a aquellas zonas en las que no operen autobuses.

Según el mandatario, «si en algún lugar hay deficiencia de transporte, se va a enviar ese dispositivo» formado por vehículos del Estado, como ocurrió durante el paro originado a finales del pasado mes de julio, como consecuencia de las amenazas de la pandilla Barrio 18 a los transportistas salvadoreños.

Además, explicó que se controlará que los «transportistas particulares, si es que los hubiere», pongan precios asequibles a los usuarios que «se decidan por este medio».

Para el presidente, el paro en el servicio público de transporte del pasado mes «fracasó, porque no pudieron (los pandilleros) con la voluntad del pueblo salvadoreño.

Recordó a los pandilleros que el Ejecutivo «no va a dialogar con quienes quitan la vida a las personas, con los que viven de la violencia y de la extorsión».

El Salvador vivió 4 jornadas consecutivas de paro en el transporte público, entre los días 27 y el 30 del pasado mes, «impuesto», según el Gobierno, por la pandilla Barrio 18, mediante el asesinato de 7 chóferes, quema de microbuses, ataques armados contra los autobuses y amenazas de muerte.

Las pérdidas económicas en el país ascendieron a 2 millones de dólares para el sector transporte y unos 200 millones para el total de la economía, informó a Acan-Efe el presidente de la Asociación de Transportistas de Pasajeros (ATP), Roberto Soriano.

Esta crisis tiene un precedente en octubre de 2010, durante el mandato del experiodista Mauricio Funes, cuando las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 «ordenaron», bajo amenazas de muerte, un paro de 3 días para presionar al Gobierno a vetar la ley antipandillas aprobada en el Parlamento ese mismo año. ACAN-EFE

Más relacionadas