Se entrega policía sentenciado por el Caso Cosíos

El exteniente de la Policía, Hernán Salazar, sentenciado a cinco años de prisión y el pago de cien mil dólares de indemnización por causar lesiones que generaron incapacidad permanente en el joven Édison Cosíos, se entregó la mañana de este lunes a las autoridades. Contra él pesaba una orden de detención, dictada por el Tribunal Sexto de Garantías Penales de Pichincha.

Salazar fue acusado de disparar una bomba lacrimógena durante una manifestación el 14 de septiembre de 2011, que impactó en la cabeza de Cosíos, estudiante del Instituto Nacional Mejía. Esa mañana, los estudiantes protestaban en las calles en contra de la implementación del bachillerato unificado.  “Según compañeros del colegio, el jueves en la tarde, Édison se encontraba en las canchas del plantel sin participar en las protestas. Pero, supuestamente, al seguir a los manifestantes, los policías ingresaron a las instalaciones y lanzaron las bombas lacrimógenas, desgraciadamente, impactando a mi hijo”, dijo su madre, Wilma Pineda, en declaraciones citadas por el diario HOY.

Se desconoce si los policías ingresaron al colegio por cuenta propia o si existió una orden superior de hacerlo.

Hoy, al entregarse, Salazar reiteró que es inocente de los cargos que se le imputan. «Yo estaba cumpliendo órdenes superiores, la labor de un policía. Yo no salí a matar, ni herir a nadie (…) Ese día disparé 20 cartuchos de corto alcance«. También se solidarizó con el dolor de la familia Cosíos.

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