Moreno defiende un papel de liderazgo de los países del sur global

Quito (Pichincha), 11 de diciembre 2017.- El Presidente de la República, Lenín Moreno, mantuvo una reunión con los representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en el Palacio de Gobierno. Foto: Fredy Constante / Persidencia de la República

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, defendió hoy un papel de liderazgo que deben tener los países del sur global para hacer frente a los diferentes desafíos sociales, ecológicos y económicos que se plantean en el siglo XXI.

Esto lo dijo al inaugurar hoy, junto a la secretaria general adjunta de Naciones Unidas, Amina Mohammed, el encuentro internacional «Crisis ecológica y conflictos geopolíticos: Por un planeta sostenible», en el marco de la presidencia ecuatoriana del grupo G77 y China.

La capital ecuatoriana albergó varios foros con la participación de dirigentes mundiales en temas como cultura de paz, ambientalismo o derechos humanos, en los que Ecuador busca reforzar la voz de las regiones más desfavorecidas del planeta.

«Cuando Ecuador asumió la presidencia del G77 y China, y desde que asumimos el Gobierno el pasado 24 de mayo, hemos dedicado nuestros mayores esfuerzos para cumplir la agenda global del sur», manifestó Moreno antes de repasar los principales aspectos en los que estos países pueden aportar para mejorar el planeta.

El presidente ecuatoriano calificó como «un reto que hemos asumido con responsabilidad y compromiso» el de «estar al frente de este grupo, acaso el más importante de la ONU, integrado por 134 países».

Recordó que por mandato Constitucional su país se fijó como meta «aportar a un orden multipolar y, por ello, -dijo- buscamos fortalecer este grupo para que los países del sur global tengamos una voz siempre potente, siempre decidida».

El mandatario abogó por la unidad de estas naciones para «evitar acciones unilaterales que afectan a los estados e incluso frenar acciones militares que nunca han sido ni serán el mejor camino para superar las discrepancias».

También defendió el diálogo como herramienta para acabar con las diferencias, al tiempo que censuró la proliferación de armamento nuclear, denunció las barreras a la libre movilidad humana y destacó a Ecuador como el mayor país latinoamericano receptor de refugiados.

Al hilo de la pobreza que se extiende por muchos países de la región, Moreno dijo que «no es aceptable que en regiones como América Latina, tan rica en diversos recursos, haya la más injusta redistribución de la riqueza» y cuestionó la continuación del bloqueo económico a Cuba.

En el terreno político habló de la libre autodeterminación de los pueblos, así como del respeto que deben tener todas las naciones por la no injerencia en asuntos internos de terceros.

Aunque no mencionó expresamente el intercambio de amenazas entre Estados Unidos y Corea del Norte, sí denunció con especial énfasis las nucleares.

Por último, reiteró el compromiso de Quito con la mitigación del cambio climático y el Acuerdo de París, del que dijo, «no existe otra alternativa» y defendió la propuesta que promueve su país para acabar con los paraísos fiscales.

«Debemos combatir cualquier forma de corrupción y atender una de las principales demandas de los países del sur, la necesidad y obligación moral de adoptar medidas fiscales justas para combatir la corrupción y la evasión fiscal», apostilló.

Poco antes, la jefa de la diplomacia ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, instó a los países integrantes del grupo presidido en 2017 por Ecuador, a fortalecer sus lazos con base a los valores de equidad, igualdad y justicia social, fundamentales dijo, «para construir un mundo multipolar». EFE

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