Maduro, el pirómano
Quito, Ecuador
Los periplos de Nicolás Maduro y esa incomprensible pero persistente voluntad de hacer de la gestión pública la cultura del bochorno y la chabacanería logra develar algunas inutilidades internacionales, bastas inconsistencias ideológicas y –quizás lo más grave- comprueba cómo el ejercicio del poder resiste el absurdo y lo protege.
