Gracias, Bonil
Guayaquil, Ecuador
En el juego del gato y el ratón, el ratón siempre tiene las de ganar y el gato queda como un tonto. En el chiste de la hormiga y el elefante, el favoritismo se lo lleva el pequeño insecto y eso que hay elefantes tiernos que invitan a la solidaridad. Dumbo hasta me hizo llorar. Pero también existen mastodontes torpes y con bajos instintos, tan bajos que no tienen ninguna contemplación en aplastar con toda su fuerza a los más débiles. A esas bestias hay que tenerles cuidado.
