El drama de la patria grande
Quito, Ecuador
Dijo que lo haría y así lo hizo. El Sistema Interamericano de Derechos Humanos solamente constituía un obstáculo a los anhelos revolucionarios, al sueño de Bolívar. El comandante se siente liberado. Ha dado la orden, por fin, de denunciar la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Con ese pretexto nos mantuvieron dominados, dice a su equipo, con esa convención subyugaron a su patio trasero latinoamericano. Todos asienten y aplauden, se sienten altivos, soberanos, únicos en su vehemencia revolucionaria.
