Sal quiteña
¿De dónde sale esa facilidad para divertir que se asocia a la cultura quiteña? Porque el humor no forma parte del programa de ninguna escuela, y si existiera, nadie se la tomaría en serio. Nos enseñan de todo, matemáticas, historia, física, literatura, música, pero no a reír, como si hallarle la gracia a lo cotidiano no fuera un arte que debe perfeccionarse. Se dirá que es natural, tanto como llorar, pero lo cierto es que lloramos mucho y reímos poco, porque sufrir es bueno, nos enseñaron, la mortificación es indispensable para purificar el espíritu, cuidado nos tomamos lo del infierno a broma.
