Angustia e incertidumbre entre venezolanos varados en frontera sin pasaporte

ARCHIVO | Referencia | Venezolanos pugnando por entrar a Rumichaca, el 9 de agosto de 2018. Captura de pantalla de reportajaje de Jessica Cuascota y Sebastián Galeano, en UdlaChannel.

La angustia e incertidumbre invade a medio centenar de ciudadanos venezolanos que han quedado varados en la frontera colombo-ecuatoriana por no portar el pasaporte, una exigencia que entró en vigor el sábado.

La afluencia de inmigrantes venezolanos en la frontera, que en semanas anteriores se contó por miles, disminuyó desde ayer, sábado, cuando entró en vigor la exigencia del pasaporte para los venezolanos, una medida que se anunció el pasado jueves.

La medida tomó por sorpresa a los venezolanos que estaban en camino hacia Ecuador, país al que pretendían ingresar con su cédula de identidad, como único requisito.

Pero ante la nueva disposición, medio centenar de venezolanos sin pasaporte se instaló en carpas proporcionadas por el Municipio de la ciudad Tulcán, capital de la provincia fronteriza del Carchi, que si bien los protege de la lluvia y el sol, los deja expuestos a las bajas temperaturas normales en esta zona.

Mientras algunos están sentados en las veredas en las afueras de las oficinas de Migración, otros protestan y gritan exigiendo respuestas.

La desesperación desborda en la zona y la indignación de otros ha hecho que se reúnan para buscar entre ellos alguna solución con la intención de no quedarse más días durmiendo sobre su equipaje en la calles.

«No podemos quedarnos estancados aquí, no sabíamos de este decreto porque veníamos en camino, exigimos una ayuda humanitaria porque hay niños, ancianos y mujeres embarazadas«, comentó entre lágrimas a Efe Lidia, una mujer que espera una respuesta para continuar con su ruta y llegar a Perú donde están sus amigos.

En el mismo caso está Eduardo quien, aunque llegó con su esposa y dos hijos pequeños el viernes a la ciudad colombiana de Ipiales, no alcanzó a realizar los trámites de ingreso y ya no pudo pasar a Ecuador.

Aseguró que la nueva normativa migratoria afecta a quienes no sabían de su existencia pues muchos estaban en camino, pero no ve como opción regresar a su país.

«A Venezuela no regresaríamos por nada del mundo, si ahorita estamos en una situación de caos, allá morimos de hambre y está todo muy crítico y todos los gobernantes venezolanos se hacen de la vista gorda«, dijo con un gesto de desprecio.

Comentó, además, que sacar el pasaporte en Venezuela tarda casi seis meses, «no existe facilidad para nada allá (Venezuela)», sentenció.

La frontera ofrece hoy un panorama triste donde la frustración se refleja en el rostro de los venezolanos, que ven incierto su futuro e incluso truncado por la decisión ecuatoriana.

Varios migrantes dijeron a Efe que abandonaron Venezuela para buscar trabajo y enviar dinero a su familia para que «coman al menos tres veces al día, lo que normalmente es una o dos veces que lo pueden hacer».

Detallaron que un kilo de carne vale más que un salario básico y la canasta familiar que les provee el Gobierno venezolano tiene solo avena y productos que contienen maíz, por lo que no comen proteína lo cual les proporciona desnutrición y enfermedades, se quejaron.

Aunque las autoridades de migración en la zona no se han pronunciado sobre la situación, un policía dijo a Efe que «pocas personas» han ingresado con pasaporte y opinó que ahora «la decisión queda en los venezolanos».

«Si no tienen el pasaporte es decisión de ellos (venezolanos) si entrar a Ecuador ilegalmente o regresarse a su país», añadió mientras decenas de venezolanos que huyen de su nación por la crisis deambulan angustiados por el lugar. EFE

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