Opinión

Como niños engreídos

Beto Ortiz
Lima, Perú

Todos se han olvidado de que hace unos años nomás, cuando uno caminaba por Quito, encontraba pintas que decían “el único peruano bueno es el peruano muerto”; todos han olvidado cuánta sangre nos costó volver a vivir en paz. Todos se han olvidado de que, en nombre de esa misma paz entre Perú y Ecuador que hoy se tambalea a causa de una triste sucesión de bravuconadas imbéciles, tantos jóvenes peruanos y ecuatorianos murieron desangrados sin auxilio en las trochas pantanosas del Cenepa, en la inhóspita Cordillera del Cóndor, en 1995.

[…]