Chabela Vargas
Por Joaquín Hernández
Guayaquil, Ecuador
Los mariachis callaron «…Ella quiso quedarse cuando vio mi tristeza, pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor». En Plaza Garibaldi y pese a la lluvia, miles y miles se dan cita para despedirse de la «Chamana». Pareciera que esa noche ha triunfado el tiempo mítico de las grandes repeticiones y que por una especie de milagro –estamos en pleno siglo XXI – retornara esta noche el mismo público que ayer se despidió también entre lágrimas, tequila y mariachis de Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez, Agustín Lara o de Pedro Infante.