Opinión

La caída de Lugo y el retorno de los colorados

Por Martín Santiváñez Vivanco
Lima, Perú

Cuenta Ricardo Palma que el Libertador Simón Bolívar envió una carta a Gaspar Rodríguez de Francia, el sombrío tirano que sojuzgó a los paraguayos e inspiró a Carlyle y Roa Bastos páginas inmortales de historia y literatura (Yo, el Supremo). El encargado de entregársela al Doctor Francia fue un capitán de apellido Ruiz, quien tras un largo mes de fatigas, llegó a la frontera del Paraguay. Desde allí fue conducido hasta Asunción por dos guardias que sólo hablaban guaraní. Al llegar a casa del tirano, impedido de apearse, entregó el pliego al oficial de guardia. Una hora después recibió un sobre lacrado con la respuesta del dictador. En ella, el “Supremo” desbautizaba a Bolívar, se negaba a la apertura y proclamaba la eternidad de la autarquía guaraní.

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