
Nicolás Maduro y la banalidad del mal
Washington, Estados Unidos
Que la maldad puede ser banal ya nos lo explicó Hannah Arendt.
Que la maldad puede ser banal ya nos lo explicó Hannah Arendt.
Moisés Naím
Washington, Estados Unidos
¿Cómo se sentirían los españoles si un Gobierno con propensiones autoritarias convoca unas elecciones adelantadas en las que los partidos opositores están invalidados, sus principales dirigentes están presos o exiliados y el árbitro electoral es un ente controlado por el presidente que busca ser reelecto?
El presidente de Venezuela se refería recientemente a qué pasará en el caso de que la oposición llegase a obtener la mayoría en la Asamblea Nacional en las elecciones del 6 de diciembre.
Donald Trump y Alexis Tsipras no podrían ser más diferentes.
“La arrogancia de los economistas ha sido rigurosamente confirmada por una investigación publicada en una de sus revistas especializadas.
La crisis del petróleo de 1974 cambió el mundo.
A pesar de sus vicisitudes, Julian Assange y Edward Snowden son muy afortunados. Al menos no son periodistas ecuatorianos. Si lo fuesen, sus circunstancias serían aún peores. Snowden y Assange también tienen la suerte de que el presidente de la nación agraviada por sus filtraciones sea Barack Obama y no Rafael Correa.
D.R. ©® La República EC. Todos los derechos reservados.