
Premio Nobel Literatura


Aclaran que familia de Gabo aún no ha decidido dónde descansarán sus restos

García Márquez y sus enemistades

Cenizas de García Márquez se repartirán entre Colombia y México

Muchos años después de esa tarde remota
Quito, Ecuador
Pocas veces la prensa mundial dedica sus portadas y decenas de artículos a la muerte de un escritor. Creo que solo podría competir con Mandela, pero dudo que con otro literato que haya muerto hasta la fecha. Los artículos, reseñas, mini biografías y comentarios a todos estos son innumerables. Entre los que pude revisar, solo encontré a una mujer desubicada que, aparentemente por su odio a Chávez, pareció endilgarle a GGM su desdicha. El resto no ha sido sino admiración y zozobra ante la desaparición de uno de los escritores más famosos de épocas contemporáneas.

«Macondo», la canción que puso ritmo a «Cien años de Soledad»

Se dispara la venta de «Cien años de soledad»

Cremaron los restos de Gabo

“No hemos tenido un instante de sosiego…”
Quito, Ecuador
Era, es cierto, contradictorio y excesivo: en sus libros y en sus artículos, incluso en sus discursos, brotaban a raudales, sin tregua, sus lejanías y reproches al poder total. Para él, la historia de América Latina no era sino el vagar interminable de un continente entre los enconos feroces y las ambiciones sin fin de sus caudillos. “El Otoño del Patriarca” es, tal vez, la novela final sobre el poder absoluto. Y, sin embargo, no dejó nunca de ser cortesano del último dictador latinoamericano.

La soledad de García Márquez, eternamente nuestra
Barcelona, España
No hace mucho, cuando llegué a Barcelona, y comencé a recorrer las librerías, me decía que tal vez, décadas atrás, Gabriel García Márquez hacía ese mismo recorrido y que la probabilidad de encontrar un libro de ocasión que alguna vez fue revisado o simplemente tocado por él, no era tan absurda