Opinión

Las matanzas intangibles. Hecho en Ecuador

Miguel Ángel Cabodevilla

No es serio ese lamentable espectáculo de disimulos y torpezas en autoridades de tan alto cometido. ¡El fiscal general revelando posibles envenenamientos, diciendo que de la matanza nada se sabe y, el mismo día, un muchacho waorani confesando en la televisión: sí, mi papá ha intervenido en la matanza, han matado a bastante gente! El fiscal de Coca anunciando, como para amedrentar, la convocatoria a testimonio de dirigentes waorani y otras personas, que tuvieron el coraje de reconocer públicamente la existencia de la horrible matanza, ¡y ninguna autoridad le reclama a él por su ineficacia! ¡Pero si tiene ahí a las muchachas, si todos saben, en Yarentaro o Dikaron, quiénes intervinieron en el exterminio, si la gobernadora se fotografió con ellos! El fiscal haría bien investigando en Coca –ya que los funcionarios de Justicia no se enteraron con antelación, como era su cometido– cómo se organizó la expedición mortífera, dónde y a quién compraron las armas, quiénes les ayudaron en una cosa que quizá no fue venganza tribal.

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