Uribe reitera acusación a Chávez por apoyo a Piedad Córdoba en Colombia

El expresidente colombiano Álvaro Uribe reiteró este jueves su acusación de injerencia indebida en su país por parte del gobernante venezolano, Hugo Chávez, al apoyar con dinero algunas actividades de la ahora excongresista opositora Piedad Córdoba.

Durante una comparecencia ante el comité parlamentario que investiga su presunta implicación en una trama de espionaje ilegal, Uribe se ratificó en que Córdoba, reconocida como una de las víctimas dentro del proceso por escuchas ilegales, recibió respaldo económico de la multinacional Monómeros Colombo-Venezolanas.

Las aportaciones se hicieron públicas por versiones de la prensa colombiana, que en agosto de 2008 aseguraron que esa compañía, con sede en Barranquilla (norte) y del grupo de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), había aportado a Córdoba unos 135.000 dólares.

Córdoba, por entonces senadora liberal, admitió entonces que la multinacional dio apoyo económico a la campaña que ella mantenía entonces para la puesta en libertad de rehenes de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Las aportaciones eran «un proceso dañino para el país de utilización de dinero extranjero para alterar la política colombiana», consideró Uribe (2002-2010) ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes.

Uribe observó que un año antes también había afrontado una situación de «dificultad» con Córdoba que se derivó de la participación de Chávez como facilitador de la entrega unilateral de rehenes por parte de la guerrilla de las FARC.

Por una oferta del presidente venezolano, Uribe lo autorizó a mediados de 2007 para que él y Córdoba intermediaran ante las FARC, que por entonces tenían entre sus rehenes a la excandidata presidencial Íngrid Betancourt y a tres estadounidenses, rescatados en julio de 2008 junto a otros once cautivos.

El exgobernante reiteró que la decisión de suspender estas gestiones en noviembre de 2007 la adoptó en respuesta a unas llamadas telefónicas de Chávez a altos mandos militares colombianos, lo que, a su juicio, no podía admitirlo.

Chávez llegó a hablar con el entonces comandante del Ejército, el hoy general en retiro Mario Montoya, mas no con el jefe de las Fuerzas Militares, el también general en retiro Freddy Padilla, recordó Uribe, quien se preguntó: «¿qué tal el presidente de Colombia llamando a los comandantes de los ejércitos de otros países?».

Uribe también detalló que otra polémica fuerte con Córdoba la desató una participación de ella en un encuentro político en México, en marzo de 2007, en el que participaron las FARC mediante una declaración y un vídeo.

Allí, la todavía senadora invitó a los «gobiernos progresistas» a que rompieran relaciones con Colombia, país que, para ella, tenía como presidente a un «mafioso, paramilitar y asesino», según lo recordado por el expresidente.

«Es una falta muy grave a la patria», afirmó Uribe, y volvió a preguntarse si los gastos del viaje y el alojamiento los cubrió o no Córdoba y, en caso contrario, por qué el hecho no ha sido investigado.

Uribe además hoy señaló que la muerte en 2006 de Jaime Enrique Gómez, asesor de Piedad Córdoba, «fue un accidente», cuando éste desapareció mientras hacía deporte en un parque de Bogotá y tras hallar su cuerpo se determinó que falleció por golpes en la cabeza.

Córdoba, que ha sido mediadora para la liberación de una docena de secuestrados por las FARC, perdió su escaño en 2010 tras ser inhabilitada por la Procuraduría General, que la sancionó por supuestos nexos con la guerrilla. EFE

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