Una fotografía continúa causando revuelo y levantando polvareda, dentro y fuera de Colombia. En la imagen a color, aparecen cuatro mujeres de una de las familias más adineradas de Cali, cómodamente sentadas en muebles blancos, y en el fondo dos empleadas afrocolombianas, que portan sendas bandejas de servicio y parecieran ser parte de la decoración del aposento.
La foto se incluye en un reportaje que la revista española Hola dedica a la forma ostentosa de vida que lleva Sonia Zarzur. Ella es miembro de uno de los clanes familiares más poderosos de lo que la publicación denomina ‘el Beverly Hills’ de Cali, la capital del departamento colombiano del Valle.
El sumario del material sacado a la luz por Hola, que también crea controversia por su contenido altisonante, textualmente se lee: “Las mujeres más poderosas del Valle del Cauca (Colombia) en la formidable mansión hollywoodiense de Sonia Zarzur, en el Beverly Hills de Cali”
Y la madre de Zarzur, Rosa Haluf de Castro, quien también es vista en la imagen, también contribuye a calentar la discusión con sus explicaciones a la prensa. “Son niñas que nos trajeron el tinto y el jugo. Nosotros nunca nos imaginamos que hubiera gente que viera la foto de otra manera. No entiendo. ¿Indignante es trabajar? ¿Indignante es servir tinto”, se pregunta la integrante de la alta sociedad de Colombia.
Pero la instantánea ha atizado una oleada de críticas y una acre polémica, que incluso ha llegado a las redes sociales y las ha desbordado.
La discusión se ha encendido, en particular porque el reportaje, con la cuestionada fotografía, aparece pocos días después de que el gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, promulgara una severa Ley Antidiscriminación. La nueva norma, entre otros aspectos, cataloga como delito la discriminación por raza, sexo, orientación sexual, nacionalidad y etnia. Y los responsables deberán afrontar sanciones penales y económicas, según reza el articulado.
Precisamente, no sorprende que uno de los primeros en rechazar la foto haya sido Óscar Gamboa, director del Programa Presidencial para el Desarrollo de la Población Afrodescendiente. En declaraciones a la prensa local, el funcionario repudió la publicación de la imagen porque “muestra un contraste perverso”.
A propósito de la imagen de la polémica, un grupo de profesores investigadores de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali publicó un estudio en el sitio electrónico de la influyente revista colombiana Semana.
La conclusión de los especialistas es determinante: “Es claro que las imágenes revelan hechos ocultos, historia, tradición, dominación y el uso, por supuesto, de la violencia simbólica (racismo y clasismo)…”
En opinión del periodista colombiano Omar Rincón, el retrato de las mujeres ricas junto a sus empleadas de color no hace más que reinstalar la discusión sobre la discriminación racial que persiste en este país. “Aunque la foto, como fue tomada, parece de la época de la esclavitud, de todas maneras es bueno que un tema como este levante un debate sobre el racismo, porque en la vida cotidiana seguimos siendo racistas”, señala a este Diario el también analista de medios.
Asimismo, en particular la red social Twitter recoge una serie de comentarios, la mayoría punzantes, alrededor de una imagen que, según dicen, de alguna manera recuerda la época de la esclavitud.
Así, el conocido caricaturista Vladimir López, más conocido como Vladdo y cuyos trabajos aparecen en Semana, cuelga un demoledor comentario en su cuenta ((@vladdoFF): “No soy el único al que fastidia esa foto racista, clasista e insensible de la señora Sonia Zarzur y fila. en Hola”.
En el mismo tono, Gloria Rivas (@gloryrr), otra tuitera, escribe: “Revista Hola publica fotos de señoras ricas de Cali luciendo sus esclavas negras. Oligarquía total”.
Y Luis Velasco (@atodomil) también se muestra cuestionador, a la vez que ironiza: “La imagen de Hola parece de la colonia, sino fuera porque entonces las gordas hubiesen sido las blancas y las flacas las negras”.
Que horror!!!!!!
Que horror!!!!! en pleno siglo 21 me da hasta risa, que ridiculas