La Bastilla es una fiesta

Una plaza de la Bastilla inundada de gente está festejando la victoria de François Hollande. Decenas de miles de franceses y algunos extranjeros, residentes o de paso por la capital, han empezado a llegar a la plaza a medida que avanzaba la tarde. Los gritos de “François, Président” dieron paso a “Sarkozy c’est fini!” (“Sarkozy se acabó”) cuando se dieron a conocer en las pantallas gigantes instaladas junto al escenario los primeros resultados oficiales. La izquierda europea ha renacido este 6 de mayo en Francia, según interpreta el influyente diario español El País.

El ganador de las elecciones presidenciales del domingo se dirigió a una multitud que le recibió en la Plaza de la Bastilla de París y les aseguró: «os he oído, vuestra voluntad de cambio, vuestra fuerza, vuestra esperanza».

Hollande, acompañado de su pareja, Valérie Trierweiler, había llegado desde el aeropuerto de Le Bourget procedente de Tulle, en el centro-sur de Francia, donde había conocido su victoria frente al presidente saliente, el conservador Nicolas Sarkozy.

Hacía horas que miles de personas celebraban en la Bastilla, lugar preferido por la izquierda francesa para celebrar sus momentos de victoria.

«Os lo agradezco, pueblo de Francia, por haberme permitido convertirme en presidente de la República», dijo un Hollande con la voz rota por el esfuerzo de los últimos días y ante una multitud que coreaba su nombre y agitaba banderas de Francia. «Quiero pediros que no os desmovilicéis, hay mucho que hacer en los meses próximos, hay que dar una mayoría al presidente de la República», les pidió en referencia a la inmediata y próxima cita electoral, la de las elecciones legislativas de junio.

Según los sondeos a pie de urna, François Hollande, de 57 años, es el ganador de las presidenciales francesas y ha obtenido la victoria, con el 51,9% de los votos según los sondeos. El presidente saliente Nicolas Sarkozy sumaría un 48,1% y la abstención se calcula en un 19%.

El anunciado triunfo de Hollande, un hombre flemático y tocado por el don de la ironía pero sin la menor experiencia de gobierno, abre una nueva etapa política tanto en Francia como en Europa, y pone fin al agitado reinado de Nicolas Sarkozy, que durante estos últimos cinco años ha presidido el país con su peculiar estilo, entre el personalismo y la hiperactividad. El ya expresidente pidió a los suyos dar buen ejemplo en la derrota y les comunicó que había llamado a Hollande para desearle suerte para afrontar unos tiempos que serán difíciles.

Temprano, desde su feudo elecotoral de Tulle, en el centro de Francia, Hollande afirmó: «La austeridad no puede ser una condena». Y subrayó su intención de dar una dimensión de crecimiento y de empleo a la construcción europea, y que piensa hablar de eso «lo más pronto posible» con los otros países de la UE y en particular con Alemania.

«Mi misión es dar a la construcción europea una dimensión de crecimiento, de empleo, de prosperidad, de futuro y es lo que diré lo más pronto posible a nuestros socios europeos y en primer lugar a Alemania», dijo Hollande y agregó ser consciente de que «Europa nos mira». «No somos un país cualquiera del planeta, somos Francia. Y como presidente de la República me corresponderá llevar las aspiraciones que siempre han sido del pueblo de Francia: la paz, la libertad, la responsabilidad», o el derecho de cada pueblo de emanciparse de las dictaduras.

«Llevad lejos este mensaje y acordaos siempre de esta reunión de la Bastilla», dijo antes de retirarse del escenario levantado en la histórica plaza de La Bastilla, símbolo de la República por serlo además de la Revolución Francesa y la toma de la fortaleza que allí se erigía en 1789.

* Con información de EFE

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7 Comments

  1. SATKOZY….CES’T FINI,  el pago, la derrota de este perruño, recibio 50 millones de euros de Gadafi, y despues le pago como todo un perro que le muerde la mano a su propio amo.
    Ahora tendras que enfrentar la justicia, y nadie te salva de la gillotina, huye, como exilio palacios a miami.

  2. En otras palabras mas impuestos para los que trabajan, mas subsidios para los que no lo hacen. Veamos cuando pase la fiesta y llegue el chuchaqui.

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