Situación en Paraguay no es grave, pero sí delicada, según OEA

ASUNCION (AP)En Paraguay existe tranquilidad y la situación política no es grave pero sí delicada, expresó este lunes el secretario general de la Organización de los Estados Americanos José Miguel Insulza, quien encabeza una misión en el país para analizar la crisis política que llevó a la destitución del presidente Fernando Lugo.

«El país está tranquilo, no hay convulsa a pesar de la molestia que generó lo que ocurrió», dijo Insulza en conferencia de prensa en alusión al juicio político que determinó el fin abrupto del mandato de Lugo y la asunción al mando del entonces vicepresidente Federico Franco.

Insulza encabeza hasta mañana una misión de la OEA a fin de recabar informes desde diferentes sectores políticos sobre el proceso que produjo el cambio de gobierno.

«Probablemente, el lunes próximo presentaremos nuestro informe ante el consejo permanente para que se tome una decisión de convocar o no a los cancilleres«, agregó.

Insulza se negó a anticipar «alguna conclusión de nuestra visita porque debe ser elaborada en un documento, pero puedo decir que la situación política en Paraguay no es grave pero sí delicada».

La misión de observación de la OEA entrevistó hoy a Franco, a Lugo y al canciller José Félix Fernández a fin de elaborar un informe que determinará si Paraguay es o no suspendido como miembro del organismo continental.

Al salir del hotel donde se reunió con la misión de la OEA Lugo se negó a hablar, pero Adolfo Ferreiro, uno de sus abogados, dijo a periodistas que «pedimos un nuevo juicio político en el que se respeten las garantías procesales».

«Estamos interesados en que (el secretario general de la OEA José Miguel) Insulza realice libremente sus reuniones hasta el martes porque está pendiente un pedido de Haití y Nicaragua para que Paraguay reciba una sanción por el presunto quiebre democrático», dijo en conferencia de prensa Hugo Saguier, delegado de Paraguay ante el consejo permanente de la OEA.

En tanto, Fernández indicó en una reunión con periodistas que «en una semana debería presentarse el informe de la misión. Tras la evaluación se determinará si existen méritos para convocar a los cancilleres o a una asamblea. Más no puedo decir porque se puede interpretar como una presión a los integrantes del grupo de la OEA».

El ex obispo católico Lugo, de 61 años y enfermo de cáncer linfático, fue encontrado culpable de mal desempeño en sus funciones el 22 de junio, tras cinco horas del juicio político al que fue sometido por el Senado.

La destitución generó la molestia de numerosos países de la región.

Los bloques regionales de integración Mercosur y Unasur suspendieron a Paraguay hasta tanto sea elegido un nuevo presidente en los comicios del 21 de abril de 2013.

Mercosur, tras la sanción a Paraguay, ordenó el ingreso de Venezuela como miembro pleno pero el canciller Fernández especificó que la incorporación del país caribeño «es ilegal porque el Congreso paraguayo no lo aprobó. Su presencia puede ser anulada fácilmente de acuerdo con el derecho internacional».

En tanto, la comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados y la Fiscalía General del Estado comenzaron a investigar una presunta injerencia en asuntos internos del país del canciller venezolano Nicolás Maduro que habría ocurrido en momentos en que Lugo enfrentaba el proceso político.

«Maduro pidió a tres jefes militares que desconocieran el resultado del juicio político que destituyó a Lugo», informó la diputada Olga Ferreira tras escuchar la declaración del general de aviación Miguel Christ, convocado por la comisión de Defensa Nacional.

«Christ nos dio detalles de la intromisión, hecho que puede tener consecuencias graves porque Maduro tomó la iniciativa de hacer su pedido a la cúpula militar en momentos en que Lugo dejó de gobernar al país», informó Ferreira.

Maduro y otros cancilleres de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se encontraban en Asunción desde la víspera del juicio para hablar con diferentes sectores paraguayos, entre ellos los militares y la Iglesia, para intentar convencerlos de apoyar a Lugo.

Unasur emitió un comunicado e informó que no lograron resultados en las conversaciones para evitar el juicio político al entonces mandatario.

Ferreira y otros cinco diputados tomaron nota de las explicaciones del comandante de la fuerza aérea.

Según relató Christ, el 22 de junio mientras el Senado votaba la destitución de Lugo, Maduro solicitó la presencia en el palacio de gobierno del general Adalberto Garcete del ejército, el vicealmirante Juan Carlos Benítez de la armada y Christ.

El llamado telefónico a los tres lo hizo el general Angel Vallovera, entonces director del gabinete militar.

Ferreira narró que «el general Vallovera presentó un manifiesto que deberían haber firmado los tres comandantes de fuerzas apoyando a Lugo pero Christ se negó diciendo que sus funciones debían seguir ajustadas a la constitución nacional, que prohibe a los militares debatir asuntos políticos».

Christ no pudo dar su versión personalmente ante los periodistas al no obtener la autorización correspondiente del presidente Federico Franco, quien sí permitió que declarara ante la Fiscalía General del Estado.

Horas después de asumir la presidencia que ejercerá hasta agosto de 2013 completando el periodo de gobierno de Lugo, Franco destituyó a Vallovera.

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