El pueblo son «ellos»

Editorial del diario ABC Color
Asunción, Paraguay

Los actuales gobernantes del club bolivariano de Latinoamérica llegaron al poder político que ejercen en sus respectivos Estados sirviéndose de las instituciones democráticas a las que ellos mismos y las doctrinas a las que sirven despreciaban, llamándolas “meras formalidades burguesas” y descalificándolas con otros adjetivos parecidos.

Desde que descubrieron que el sistema contra el que despotricaban, del pluripartidismo y de la competencia de las urnas, resultaba un camino más sencillo y hasta más promisorio que los tortuosos senderos de la guerrilla, actos terroristas o golpes de Estado a los que solían recurrir, se disfrazaron de demócratas y se erigieron en los más vocingleros defensores de lo que ellos denominan “legitimidad democrática”, un concepto abstracto que se cuidan de no definir para dejarlo lo más difuso posible, a fin de que les pueda servir de excusa para desconocer las disposiciones legales, pasarlas por alto o, incluso, impugnarlas, como están intentando hacer ahora con la Constitución paraguaya en este caso de la legal destitución de Fernando Lugo, su consocio del club.

Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega, por citar solamente a los más rabiosos miembros del actual club bolivariano, ganaron elecciones en sus respectivos países luego de campañas electorales regulares. Se sirvieron de la libertad de prensa de que gozaban en sus “regímenes políticos decadentes” y del sistema de partidos instaurado por las “democracias burguesas” que les precedieron y que, llegado el momento, les cedieron el poder institucional puntual y legalmente.

La prensa libre, “los medios de comunicación al servicio del imperio”, publicaron sin ningún tipo de censura sus propagandas electorales, les sirvieron de vitrinas para sus mentiras, sus promesas vanas y hasta para sus infundios. Como agradecimiento, estos mismos medios después resultaron sus primeras víctimas.

Lo concreto es que estos personajes están en verdad legalmente en el gobierno de sus Estados porque hicieron buen uso de las herramientas de las democracias “burguesas” a las que tantas veces denigraron y que continúan haciéndolo, porque, desde que se hicieron con el poder, las van demoliendo gradualmente.

Triunfaron en sus comicios electorales merced a que una mayoría de ciudadanos decidieron depositar en ellos su confianza, generalmente después de que pasaron por la amarga experiencia de varios gobiernos que decepcionaron sus expectativas.

Triunfadores mediante el sistema electoral liberal-democrático, la libertad de prensa y la plena vigencia del libre ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía, estos tipos tan pronto como asieron la manija del poder mostraron su verdadera hilacha autoritaria y antidemocrática, buscando someter a sus designios omnímodos a los otros Poderes estatales y a los organismos públicos de contraloría, persiguiendo sañudamente a los medios de prensa y periodistas críticos, convirtiendo a sus Congresos en vergonzosas asambleas partidarias títeres (como es el caso de Venezuela) y sirviéndose descaradamente de los recursos públicos para potenciar sus partidos, sus partidarios y sus bolsillos, y aplastar a sus opositores.

En tanto gobernantes electos legalmente, son hijos políticos de las libertades y las instituciones liberal-democráticas, por lo que su nueva actitud los convierte en sus parricidas. Es que saben que por el mismo camino de libertad por el que accedieron a la cumbre, otros intentarán ascender, y que de vencer podrían enviarlos a la cuneta, idea que rechazan con todas sus fuerzas, pues en la ideología totalitaria a la que se adscriben, ellos siempre deben ocupar la presidencia, actitud autoritaria y excluyente fielmente reflejada en el eslogan del chavismo “Socialismo o muerte” que hacen gritar hasta a los militares venezolanos y bolivianos.

Desde el momento en que son electos, pasan a considerarse ungidos por “el pueblo”, creando la ficción de que este es una entidad abstracta, de condición superior y suprema, inamovible en el tiempo y el espacio, una especie de deidad inmarcesible que todo lo limita y encierra, y al que constantemente invocan como justificativo para cualquier cosa. Finalmente, ellos mismos se identifican con la deidad “pueblo” y se convierten en sus representantes únicos y exclusivos, sus profetas y sus voceros celestiales. Ellos son “el pueblo”.

Ante “ellos” –su autoridad y “el pueblo” así concebido– hacen ceder todos los sistemas legales e institucionales. Contra “ellos”, es decir, “el pueblo”, no deben prevalecer ni leyes ni Congresos, ni prácticas democráticas ni libertades vigentes, nada que pueda servir de contrapeso al omnímodo “poder popular” que ellos recibieron y que administran como propio.

Chávez, Correa, Morales, Ortega son actualmente los sumos sacerdotes latinoamericanos del dios “pueblo”. Se ungieron a sí mismos gracias a su astucia para aprovechar las libertades y las instituciones liberal-democráticas y ponerlas al servicio de sus designios, radicalmente contrarios a ellas.

Ahora resulta que estos tipos, superando todo descaro, pretenden constituirse en jueces del devenir político de nuestro país, nos quieren dar lecciones acerca de qué es legal, legítimo y democrático y de cómo debemos conducir nuestros destinos. Y encima nos ponen en la situación de tener que publicar sus exabruptos, falsedades y mamarrachadas, por seguir siendo fieles a los principios que guían nuestro concepto de lo que debe ser la libertad de prensa.

Ojalá esta dura experiencia vivida en carne propia sea sensata y dignamente aprendida por la ciudadanía. El pueblo paraguayo viene mostrando madurez y vive en libertad, circunstancias suficientes por las cuales se debe rechazar cualquier intento de tutoría sobre nuestro país ni por parte de los bolivarianos totalitarios, ni por nadie.

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7 Comments

  1. Sí, el pueblo son «ellos»; y «ellos» son los albaceas de la voluntad de la voz de Dios -el pueblo-; y la venganza de «ellos» es la venganza del pueblo; y la verdad es que el pueblo surgirá y progresará solo cuando hayan desaparecido «ellos». 

  2. Excelente, por decir lo menos, este editorial de ABC Color de Asunción, el diario de mayor circulación en ese lindo pais.  Ojalá «ellos» se tomen la molestia de respetar las leyes paraguayas y dejen que los paraguayos vivan tranquilos, pues como nos consta, a pesar de la intromisión extranjera, nadie ha osado aún romper el orden constitucional.

    Que les sirva de lección APes, hay gente que no se vende.

  3. El capítiulo que se les olvidó el recadero de los golpistas del Paraguay y a los integrantes del «Club de Informantes de la En Bajada», es el que se refiere al sostenido apoyo pópular que adorna a los miembros del «Club Bolivariano» al que demuestra rotundo deprecio.

    Deberían recadero e informantes preguntarse ¿ porqué Chavez ha ganado 14 votaciones en Venezuela ? ¿ porqué Correa aha triunfado en 8 votaciones ?… ¿porqué Evo ha hecho lo propio en Bolivia y así por el estilo. Entonces y solo entonces será creible sus inmaduros y serviles opiniones.

    • ¿Porqué han ganado tanto?
      Simple; por los embustes que alimentan los oportunistas, por los engaños a los que han sucumbido los ingenuos y por el fraude abusivo y descarado.
      ¿Y usted, recadero de quién es? ¿Del insepulto tirano Fidel o de su gavilla de patanes?

      • De acuerdo contigo, ademas parece que este sr. no quiere ver el desastre que han hecho estos falsos «mesias » con sus paises , si no es solo destrozarlos social, institucional y economicamente

    • Por que ganan las eleccciones ???

      por que apenas se encaraman en el poder, se adueñan de los TRIBUNALES ELECTORALES !!!

      sino, pregúntale a la alfombra que preside el TSE (hoy CNE, por orden de mico-mandante)…

  4. Creo que este editorial es la mejor definicion de la REALIDAD DEL «SOC. DEL SIGLO 21»,   o sea, esta cosa amorfa que llaman «Democracia Bolivariana», y que quiere bajo la influencia de ese individuo que , carente de toda idoneidad para gobernar Venezuela y con el unico y todopoderoso apoyo de «Don Dinero», a  roto todos los valores propios de ese gran pais, y  usa este dinero como PROPIO y PERSONAL para tratar de influir en los paices de latinoamerica que «SI» estan progresando en democracia y libertad, y que son una amenaza para su eterna permanencia en el poder como «MESIAS» de su pueblo, al igual que sus acolitos de la ALBA que son tambien definidos claramente por el ABC de Paraguay.
    Lastimosamente los ciudadanos pensantes, no» borregos ni convenidos»,  estamos viendo esta caida al vacio»como quien ve llover «, y todos sabemos que esto no es saludadble para el pais ni para latinoamerica toda.
    Que hacer?   

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