Universidad de Chile está cerca de concretar el regreso de Waldo Ponce. Una idea que en general ha sido valorada por los hinchas en las redes sociales y que serviría para potenciar el plantel de Jorge Sampaoli, que debe enfrentar un segundo semestre con mucha actividad. Pero también, sería una sentencia para Eduardo Morante y confirmaría que su contratación es el gran fracaso de Azul Azul en la era del DT argentino.
Morante llegó a principios de año para reemplazar a Marcos González, que partió a Flamengo, provocando una baja importante para el DT. Por eso buscó alguien conocido y de su total confianza. Así llegó el defensa ecuatoriano, a quien había dirigido en Emelec. «Es un jugador completo. Maneja ambos perfiles, puede jugar en una línea de tres, tanto por la izquierda como por la derecha. Además, Jorge Sampaoli lo utilizó también de lateral y lo consolidó en el primer equipo de Emelec, demostrando tener una proyección enorme». Así describía al jugador en el época del traspaso el presidente del cuadro ecuatoriano, Nassib Neme.
Un jugador con esas características parecía valer los US$ 2 millones que pagó Azul Azul por el 80% del pase. Pero el ecuatoriano se lesionó, varias veces, y así sólo alcanzó a jugar 45 minutos en el Apertura.
El Clausura se presentaba como su oportunidad. Debutó como titular en el primer partido del equipo, el 5-2 ante La Serena, y aunque anotó un gol, su mal trabajo en el fondo fue evidente.
José Yuraszeck dijo hoy que la idea de sumar a Ponce no tenía que ver con el nivel de Morante. Pero el mismo presidente de Azul Azul había declarado que con Luciano Civelli se terminaban las contrataciones.
Ponce también viene de un largo período sin actividad debido a problemas físicos. Pero parece que pese a eso, en la «U» le tienen más confianza que a Morante.
Porque la lógica indica que no repatriarán a Ponce para tenerlo en la banca y que Sampaoli no sacará a Osvaldo González o José Rojas del equipo.
Fuente: Diario La Tercera