Caso Oswaldo Payá: Carromero podría enfrentar siete años de prisión

El español Ángel Carromero, que conducía el coche que tuvo el accidente en el que murió el opositor cubano Oswaldo Payá, afronta una posible condena de siete años de cárcel por homicidio imprudente, en un proceso marcado por el silencio oficial y cuestionado por la disidencia.

Así se desprende de la acusación formal de la Fiscalía cubana, presentada al finalizar el período de instrucción contra Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid y que se encuentra en prisión provisional en el centro del Ministerio del Interior cubano ‘100 y Aldabó’, en La Habana.

Según fuentes cercanas al caso, la vista oral contra el joven español se celebrará probablemente a finales de este mes o principios de septiembre en la ciudad oriental de Bayamo (a unos 750 kilómetros al este de La Habana), próxima al lugar del siniestro, aunque no hay confirmación oficial al respecto.

Desde Madrid, el gobernante Partido Popular insistió hoy en la necesidad de discreción, calificó de «muy delicada» la situación de Carromero y expresó «confianza en las gestiones que esté haciendo el Gobierno».

También desde España, la familia de Payá reiteró que no presentará acusación contra el joven porque cree que es inocente.

Mientras, en La Habana, la viuda de la víctima, Ofelia Acevedo, recordaba que «desde el primer momento» rechazó la versión oficial sobre el accidente y «los cargos que le imputaban» a Carromero, de quien dijo que «debería estar ya en su país».

En declaraciones a Efe, Acevedo denunció asimismo que «el acoso y la vigilancia» a los que supuestamente es sometida su familia de forma sistemática por parte de «los órganos de seguridad del Estado» ha aumentado «notablemente» tras la muerte de su esposo.

El pasado 22 de julio, Payá, de 60 años y líder del opositor Movimiento Cristiano Liberación, y Harold Cepero, de 31 y miembro de esa agrupación, fallecieron en un accidente de tráfico cuando el vehículo en el que viajaban se estrelló contra un árbol.

El automóvil, de alquiler, era conducido por Carromero y en él también viajaba el ciudadano sueco Jens Aron Modig, líder de las Liga Juvenil Democristiana (KDA) de su país.

Según la versión oficial cubana, el siniestro fue causado por el exceso de velocidad y otros errores del conductor en un tramo en obras y sin pavimentar pero señalizado al efecto.

El automóvil circulaba a 120 kilómetros por hora en una zona donde debía ir a 60 y testigos presenciales del suceso declararon que entró en ese tramo a gran velocidad, agrega esa versión.

Modig, que al igual que Carromero sufrió heridas leves, fue autorizado a salir de Cuba el día 30 de julio, después de comparecer ante la prensa en La Habana, donde dijo no recordar muchos detalles del accidente porque estaba dormido en el momento del choque.

Además, admitió que había viajado a Cuba para reunirse con Payá y entregarle una aportación de dinero.

El ciudadano español, que permanece retenido desde entonces, confirmó la versión oficial del accidente en una declaración difundida por las autoridades cubanas y grabada durante su detención.

Según dijo hoy a Efe Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Carromero «fue víctima del mal estado de las carreteras en Cuba y de la falta de seguridad vial que reina» en su país.

Sánchez opinó también que la petición fiscal de siete años de prisión es «excesiva» pese a que «el marco sancionador» para esos casos «es de uno a 10 años», y cuestionó a las autoridades cubanas por la aparente celeridad que está tomando la tramitación de la causa.

«Estas peticiones fiscales se demoran generalmente más de un año y el juicio seguramente será a puertas cerradas por razones del interés político del Estado», denunció.

Para el psicólogo y periodista independiente cubano Guillermo Fariñas, Carromero va a ser el «chivo expiatorio» de la muerte de Payá, que este disidente atribuye a «negligencia» del Estado cubano o incluso a un «asesinato».

A falta de detalles oficiales sobre la reclusión del español, Fariñas se aventuró a especular que el imputado debe estar en «celdas especiales, que tienen unas buenas condiciones físicas», mientas espera la vista oral.

Por su parte, la portavoz del grupo Damas de Blanco, Berta Soler, dijo que en la causa «hay muchas lagunas» y reclamó que el juicio se realice en La Habana porque es donde se encuentra la familia de Payá, que ha intentado infructuosamente ver al procesado, reveló. EFE

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