Nueva York, 7 ene (EFE).- El estadounidense Rodney Alcalá, de 69 años, fue condenado hoy a cumplir entre 25 años de prisión y cadena perpetua por la muerte de dos mujeres en Nueva York en la década de 1970, informó hoy la fiscalía de Manhattan.
Alcalá, fue extraditado a Nueva York el pasado 21 de junio desde la cárcel de San Quintin de California, donde ya había sido sentenciado a muerte en 2010 por cinco asesinatos cometidos entre 1977 y 1979, para presentarle cargos por los decesos de Cornelia Crilley y Ellen Hover.
El acusado, que se declaró culpable por los dos casos el pasado 14 de diciembre, admitió que violó y estranguló en 1971 a Crilley, una azafata de TWA de 23 años, en el apartamento de la víctima en el Upper East Side de Manhattan.
Seis años más tarde, asesinó a Hover, una bióloga, también de 23 años, cuyo cuerpo fue encontrado once meses después en un bosque del condado de Westchester, al norte de Nueva York.
Hover era hija del dueño de un club nocturno en Hollywood y ahijada de los cantantes Dean Martin y Sammy Davis.
El día de su desaparición figuraba una nota en un calendario para almorzar con un fotógrafo bajo un alias que Alcalá utilizaba y que en ese momento estaba en libertad condicional luego de haber salido de prisión por segunda ocasión.
La jueza Bonnie Wittner, de la Corte Suprema de Manhattan y que aseguró que en sus tres décadas de carrera nunca había tenido un caso como este, dictó hoy su sentencia en una audiencia a la que asistieron familiares y amigos de las víctimas.
«Espero que la conclusión de estos casos traiga alivio a las familias de Crilley y Hover, quienes han esperado décadas para recibir justicia y no van a tener que vivir la tristeza que puede traer un juicio», que se evitó con la confesión de Alcalá, indicó el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance.
«Los casos sin resolver no son casos olvidados y los asesinos no se van salir con la suya», afirmó Vance, que en 2010 creó la Unidad de Ciencias Forenses y Casos sin Resolver, que actualmente revisa más de 3.000 casos cometidos en la década de 1970.
Al final de 2010, la Unidad comenzó a reinvestigar los homicidios de Crilley y de Hover, lo que reveló nueva evidencia que les llevó hasta Rodrigo Jacques Alcala Buquor (Rodney Alcala), nacido en Texas en agosto de 1943.
Alcalá, de un coeficiente intelectual que lo califica como «genio», fue declarado culpable en California en 2010 por el asesinato de Robin Samsoe, de 12 años, quien fue raptada mientras iba en bicicleta a su clase de ballet el 20 de junio de 1979 en Huntington Beach, al sureste de Los Ángeles.
Alcalá, que ha estado encarcelado desde 1979, ha insistido en que no asesinó a la niña y durante su tiempo en prisión escribió el libro «You, the Jury» (1994) en el que alega que no asesinó a Samsoe y señala a otra persona.
El mismo jurado lo halló culpable de la tortura, violación y asesinato de Jill Barcomb, de 18 años, ocurrido el 10 de noviembre de 1977 y el de Georgia Wixted, de 27 años, el 16 de diciembre de 1978.
También por el de Charlotte Lamb, de 32 años, quien murió el 24 de junio de 1978 y de Jill Parenteau, de 21 años, asesinada el 14 de junio de 1979, en un juicio en que él mismo asumió su defensa. Alcalá apeló su sentencia de muerte en California. EFE
* Foto difundida por RT Noticias