¿Enroque a La Roca?

Lula Garay
Guayaquil, Ecuador

Al escuchar la palabra enroque lo primero que se nos viene a la mente es el movimiento del ajedrez, ese se realiza entre la torre y el rey. En la que por única vez en el tablero se pueden mover dos piezas al mismo tiempo y consiste en una estrategia para arrinconar al rey con el argumento de protegerlo.

En ese arrinconamiento al rey le puede tocar uno largo o uno corto, ojo que me refiero al enroque; de igual forma que para poder realizar esta jugada, deben existir ciertos requisitos en la colocación de la pieza al rey. Porque no es de colocársela por querer. La ubicación de la torre es importante. Eso lo sabe Don Francisco, por ejemplo.

Y ya que hablamos de enroque, en este carnaval carnavalito vimos justamente uno no relacionado a la jugada maestra del ajedrez, sino que se perpetró en “La Roca”, bajo la figura de una fuga. Pero no crean que fue como la de la película de Nicolas Cage y Sean Connery, a quienes les costó sangre, sudor y muertos fugarse; esta fuga de una cárcel de máxima seguridad, a la que he denominado -Enroque en «La Roca»- dejó mucho que desear como film de acción. No hubo rebelión, ni bulla, ni armas nucleares; por el contrario, los que se fugaron, como dueños de casa abrieron la puerta y se fueron diciendo (a lo Arnold) «Hasta la vista, baby».

Ahora bien, nos han dicho que la culpa es del que construyó la cárcel: del cemento, los bloques, las vigas, los albañiles, los arquitectos e ingenieros, de quienes financiaron la obra, hasta de quien lideró su construcción, en conjunto con la institución que articuló exitosamente esta obra.

Una argumentación que pareció jugada maestra, aunque de entuque y no de enroque. Porque para que este pueda ejecutarse se necesita que ni el cuadro al que se mueve el rey, ni los cuadros por los que ha de pasar, estén ocupados por piezas contrarias. Y porque la clave del asunto, tanto en el juego de ajedrez como en la fuga de La Roca, descansa en la colocación de la pieza y no en tablero.

A no ser que el rey esté en jaque.