Paraguay necesita regresar al Mercosur

Efrén Rodrigo Herrera
Waterloo, Canadá

Tras la victoria del conservador Horacio Cartes en las elecciones presidenciales del domingo, Paraguay debe decidir si vuelve o no a formar parte del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Paraguay fue suspendido del Mercosur luego de que el bloque regional consideró contraria a su espíritu democrático e institucional la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo. Su reingreso, sujeto a la realización de elecciones, quedó programado para agosto, cuando el nuevo presidente paraguayo asuma sus funciones.

Para un país como Paraguay, dependiente del comercio con sus vecinos y especialmente con Argentina y Brasil, parecería imperioso su reincorporación sin restricciones al Mercosur. Más del 60% de su actividad comercial tiene relación con el Mercosur, sobre todo Argentina.

Sin embargo, hay algunos sectores que se oponen al retorno al Mercosur debido a que ello implicaría la ratificación por parte de Paraguay del ingreso de Venezuela al bloque regional.

Brasil insiste en condicionar el reintegro pleno de Paraguay a que su Parlamento ratifique el protocolo de adhesión de Venezuela que, el mismo día en que fue suspendida la membresía paraguaya, fue aprobado por la XLIII Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur en junio de 2012.

Datos difundidos a mediados de abril por el Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la economía guaraní se habría desacelerado al registrar su Producto Interno Bruto (PIB) una caída de 1,2%, durante 2012.

Aunque la razón de esa baja no necesariamente tiene relación directa en su salida del pacto regional, debido al corto tiempo transcurrido al momento de la proyección, sí debe ser considerada una señal de alerta porque el mismo FMI proyecta para este país un crecimiento del 11% al final del 2013 y este sí, atado a lo que ocurra con la economía de sus socios principales en la región.

En relación con la tendencia a la baja de la actividad económica en la región, el informe del FMI advierte que «la desaceleración en Brasil se propagó a sus socios comerciales en la región, en particular Argentina, Paraguay y Uruguay».

De tal forma que si la tendencia a la baja tiene la relación con lo ocurrido con sus socios naturales, por su cercanía, Paraguay debería considerar este factor antes que darle peso al tema político, sin decir que este no sea importante.

Durante el último sexenio las exportaciones han evidenciado tendencia a la baja, pero la balanza comercial se mantiene positiva. En 2012 las exportaciones alcanzaron 11.829 millones de dólares, contra 11.117 millones de dólares en compras externas.

Entre los principales productos de exportación de Paraguay se encuentran: semilla, harina y aceite de soya, maderas, azúcar, prendas de vestir, cereales, carne, cueros, tabaco, fibras de algodón, calzados, aceites esenciales, leche y otros productos lácteos.

Entre las principales compras al exterior están: combustibles y lubricantes, aceites esenciales, productos farmacéuticos, productos químicos orgánicos, aluminio y sus manufacturas, productos editoriales, tractores y abonos.

A pesar de la caída en las ventas externas y la estrecha diferencia con las compras al exterior, Paraguay muestra la solvencia adecuada para sostener tanto la diferencia, como la tendencia creciente de sus relaciones comerciales.

El BCP confirmó que las reservas internacionales netas aumentaron en una década casi ocho veces, al pasar de 641 millones de dólares en 2002 a 4.920 millones al cierre de 2012.

Actualmente, las reservas internacionales equivalen al 19,8% del PIB y «alcanzan para cubrir 5,3 meses de la importación promedio de bienes», dice el más reciente informe económico del BCP.

Con una inflación acumulada anual que no llega al 4% (3,8% en 2012 y 3,5% en 2013 según el FMI), tasa de desempleo en el 5,8%, gastos del gobierno equivalentes al 22% del PIB, inversión estatal en niveles del 14% del PIB y con un déficit fiscal equivalente al 1,6% del PIB, se podría decir que el nuevo presidente encuentra la casa prácticamente en orden.

Eso sí, mientras decide si enfila baterías para regresar al Mercosur tiene que reforzar toda su estrategia sanitaria y de inversión en infraestructura de riego. La primera para controlar el brote de fiebre aftosa que le quita mercado a su carne y la segunda para mitigar las dificultades del sector agrícola derivadas de la sequía que afecta principalmente al norte del país.

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