Los rebeldes tratan de frenar la ofensiva del régimen sirio sobre Al Quseir

El Cairo, 21 may (EFE).- Los grupos rebeldes tratan de frenar la embestida terrestre y área de las tropas del régimen sirio y de milicianos del grupo libanés Hizbulá sobre la estratégica ciudad de Al Quseir, que permanece sitiada por las fuerzas progubernamentales.

Los bombardeos del ejército contra Al Quseir no dan tregua ni de día ni de noche, lo que ha llevado a los combatientes insurgentes a solicitar refuerzos para impedir la entrada en la ciudad de las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad.

Un activista de la red Sham, identificado como Amar al Quseir, explicó a Efe por teléfono que los rebeldes se han organizado para defender la decena de frentes de batalla abiertos en los alrededores de la ciudad, donde se concentran el ejército y el grupo chií libanés.

Esta fuerza conjunta todavía no ha logrado controlar Al Quseir, pero ha tomado al menos seis aldeas cercanas desde el inicio el pasado domingo de la ofensiva, según el activista, aunque las autoridades han asegurado que controlan varias zonas de la ciudad.

De acuerdo a las cifras facilitadas por Amar, 70 personas han muerto y 500 han resultado heridas en los últimos tres días en esta población de la provincia de Homs (centro) a causa de los bombardeos, entre ellas combatientes rebeldes y civiles.

Los enfrentamientos se concentran en las afueras de la ciudad y la mayoría de las poblaciones que han caído en manos del régimen están situadas al oeste de la ciudad, en las zonas más próximas a la frontera con el Líbano, agregó este opositor.

El rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) aseguró hoy que en la víspera mataron a 25 milicianos de Hizbulá y a 15 miembros de las fuerzas gubernamentales en combates en el este de la ciudad.

La situación humanitaria es muy delicada y se ha visto agravada por el corte del agua y la electricidad, debido a que Hizbulá controla la instalación de agua situada a las afueras.

La versión del régimen apunta, sin embargo, a que las tropas leales al presidente Bachar al Asad restablecieran la seguridad en el este y oeste de la ciudad, y en los alrededores del ayuntamiento.

La agencia de noticias oficial siria, Sana, informó de que las tropas gubernamentales persiguen a los «grupos terroristas», como denomina a los rebeldes, en el norte y el sur de Al Quseir, y que abortaron intentos de infiltración en Siria desde el Líbano.

Al Quseir es una ciudad clave por su proximidad a la frontera con el Líbano y su localización entre este país y la ciudad de Homs y entre Damasco y los feudos del régimen de la costa mediterránea, donde vive una mayoría alauí, confesión de la familia Al Asad.

Aunque el centro de atención se mantiene en Al Quseir, el régimen de Damasco recuperó la retórica contra Israel, al que acusa de lanzar ataques sobre territorio sirio y de apoyar a los insurgentes.

En un comunicado, el Ejército sirio afirmó que destruyó la pasada madrugada un vehículo israelí que supuestamente había atravesado la línea divisoria de seguridad en los altos del Golán, ocupados por Israel.

El vehículo entró en el área desmilitarizada en dirección al pueblo sirio de Bir Ayam, donde se refugian «terroristas», y el ejército israelí lanzó dos cohetes hacia una base de las tropas sirias, añadió la nota.

Sobre la regionalización del conflicto, la Liga Árabe advirtió hoy contra la participación de «partes extranjeras de una manera directa e indirecta» en las operaciones militares en Siria, en particular en Al Quseir.

En una reunión urgente de sus delegados permanentes, la organización panárabe consideró que estas injerencias conducen a impulsar el sectarismo y a amenazar la unidad de la sociedad siria.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, afirmó que una solución política en Siria pasa por el éxito de la conferencia internacional de Ginebra, propuesta por Washington y Moscú.

Al Arabi insistió en la importancia de que se forme un Gobierno provisional sirio con amplios poderes para aplicar las decisiones que saldrán de la conferencia de Ginebra, cuya fecha de celebración todavía no está decidida.

A la espera de esa conferencia, la situación humanitaria no deja de degradarse y, como reveló hoy la ONU, ya dependan de la ayuda internacional 8,3 millones de sirios, el 38 por ciento de la población del país. EFE

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