QUITO, Ecuador (AP) — El presidente Rafael Correa destacó el sábado el sistema de recompensas para dar con sus presuntos agresores durante el levantamiento policial de septiembre de 2010, a través de quienes dice que espera llegar a los supuestos verdaderos instigadores de lo que él considera un golpe de Estado y un intento de asesinarlo.
«No permitiremos que el 30S (30 de septiembre de 2010) quede en la impunidad… hemos demorado demasiado porque ha habido boicot de la policía», dijo durante su tradicional cadena de los sábados, en la que invitó a los ecuatorianos a seguir enviando información, fotos, vídeos o grabaciones de audio de lo ocurrido ese día, a una página de internet oficial.
Añadió que con el informe de los ciudadanos se ha logrado identificar a ocho de los nueve uniformados que aparecen en las fotos y vídeos, a dos de los cuales se ha capturado, mientras se busca al resto los agentes. Por datos certeros para dar con los involucrados el Estado ofrece 50.000 dólares de recompensa.
«Vamos a llegar a quienes estaban detrás de toda esta movida, del golpe de Estado. Que no se engañen estos que trataron de desestabilizar», aseveró Correa.
Ese día de 2010 los policías del principal cuartel policial de Quito se insubordinaron en rechazo a la eliminación de beneficios salariales, pero Correa llegó al sitio, ingresó a la fuerza y dio un violento discurso que terminó en agresiones físicas y verbales en su contra, por lo que tuvo que huir a un hospital policial cercano donde se refugió y en donde dice haber estado retenido varias horas. Salió en la noche, rescatado por unidades de las Fuerzas Armadas, en medio de una intensa balacera entre comandos del ejército y los policías sublevados. En el rescate murieron cinco personas. Más de doscientas quedaron heridas.
Correa expresó que «he tomado personalmente el caso en mis manos, tengo que firmar el decreto para integrar la comisión (investigadora)… y se investigará uno por uno esos materiales hasta identificar a los culpables».
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