Venezuela reactivará en julio la subasta de dólares

CARACAS, Venezuela (AP) — El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, anunció este miércoles que en julio se reactivará el sistema de subasta de divisas oficiales, suspendido desde hace casi tres meses, y que se permitirá a las empresas privadas y algunos entes públicos la venta de dólares y bonos en moneda extranjera a través de ese sistema para obtener bolívares.

Merentes afirmó en una conferencia de prensa que «arranca en julio» la subasta de dólares a través del Sistema Complementario para la Adquisición de Divisas (Sicad), y que se le permitirá a todas las empresas y personas naturales participar en ese mecanismo.

La primera y única subasta de dólares se realizó el pasado 27 de marzo cuando se vendieron 200 millones de dólares a unas 383 empresas privadas, pero el sistema fue suspendido temporalmente sin explicaciones. Los bancos privados y medios locales estimaron que el tipo de cambio promedio de la primera subasta estuvo alrededor de 13 bolívares por dólar.

El ministro no aportó detalles sobre cómo serán las subastas y su periodicidad, y solo indicó que se espera diseñar una programación de subastas de al menos tres meses.

Merentes dijo que las autoridades utilizarán el mecanismo no solo para vender divisas sino también para comprar dólares y títulos de deuda en moneda extranjera a las empresas privadas y algunos entes públicos que quieran recibir bolívares.

Las autoridades esperaban que el mecanismo de subasta funcionara de forma paralela al sistema de adjudicaciones de dólares que mantiene la estatal Comisión de Administración de Divisas (Cavidi) desde el 2003.

El vicepresidente de la mayor cámara de empresarios del país, Jorge Roig, consideró como un «desastre» la primera subasta del Sicad, e indicó que según las informaciones que obtuvo de los bancos durante la sesión inicial del nuevo mecanismo la «confusión era absoluta» debido a que para las empresas fue «sumamente complicado» hacer las posturas de solicitudes de divisas.

El nuevo mecanismo de subasta reemplazó el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) que era utilizado para comprar dólares oficiales a través de la adquisición de bonos de deuda y que atendía 20% de los requerimientos del mercado cambiario. El Sitme fue suspendido a mediados de febrero por las autoridades alegando presuntos hechos de corrupción.

El gobierno aprobó en febrero una devaluación de la moneda que llevó el tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar a 6,30 bolívares por dólar. Venezuela tiene un control de cambio desde hace una década.

Como consecuencia de la eliminación del sistema de venta de bonos numerosas empresas comenzaron a enfrentar problemas para obtener divisas oficiales e importar insumos y materias primas lo que ha agudizado los problemas desabastecimiento de algunos productos esenciales como medicamentos, piezas para maquinarias y vehículos, y alimentos.

El índice de escasez de productos se ubicó en mayo en 20,5%, uno de los más altos que ha alcanzado el indicador desde el 2009.

Desde hace ocho meses se viene registrando en el país una importante merma en la entrega de las divisas oficiales.

El ministro de Finanzas admitió el mes pasado que el descenso de la entrega de divisas se debió a que la demanda de dólares para importación superó las disponibilidades del gobierno, y eso creó «un déficit».

Merentes indicó que el gobierno está «buscando recursos adicionales para paulatinamente ir reduciendo ese déficit», pero no ofreció detalles ni cifras.

El alto funcionario afirmó el miércoles que el gobierno tratará de concentrase en emisiones de deuda en el mercado local para financiarse.

Las autoridades iniciaron en mayo una serie de reuniones con unas 4.000 empresas para acelerar la entrega de divisas a través de Cavidi, pero los empresarios se han quejado de que aún persisten las demoras en los suministros de dólares.

Las limitaciones en la entrega de dólares por parte del gobierno ha generado fuertes presiones en el mercado negro donde la divisa estadounidense se cotiza a una tasa de cambio que supera en seis veces el tipo de cambio oficial.

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