Correa se mancha de crudo para mostrar la mano sucia de Chevron

Aguarico 4 (Ecuador), 17 sep (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denunció hoy que la petrolera estadounidense Texaco, luego adquirida por Chevron, dejó más de 1.000 piscinas de desechos petroleros regadas por los campos que operó en la Amazonía.

«Esta es la mano sucia de Chevron», dijo Correa tras haber metido la mano en una de esas piscinas con el fin, dijo, de mostrar la «verdad» sobre las prácticas por las que Chevron, como nueva dueña de Texaco, que operó en este país de 1962 a 1999, fue condenada en Ecuador a pagar una multimillonaria indemnización.

Correa visitó hoy el antiguo pozo de Texaco Aguarico 4, en la provincia de Sucumbíos, para responder a la campaña mediática de «mentiras» de la que acusa a Chevron, la cual ha demando a Ecuador ante el tribunal de arbitraje de la Corte Internacional de La Haya.

«Éste es uno de los mayores desastres ambientales que ha sufrido el planeta», aseguró Correa, para quien supera a los conocidos casos de British Petroleum en el Golfo de México y el de Exxon Valdez en Alaska.

«Esto es Chevron Texaco, esto es lo que dice que no existe», añadió el mandatario mientras intentaba mantener el equilibrio sobre los troncos que cubrían parte del reservorio de desechos en el pozo Aguarico 4, que dejó de operar hace unos 26 años.

Correa llamó a la comunidad internacional a «reaccionar contra tanta impunidad» y dijo que convocará próximamente a personalidades mundiales para que apoyen su campaña.

Asimismo, pidió a los estadounidenses que no consuman productos Chevron, compañía que, según dijo, ha invertido cientos de millones de dólares en una campaña para evadir sus responsabilidades judiciales en Ecuador, donde fue condenado a pagar 19.000 millones de dólares como indemnización por daños al medio ambiente.

Con muestras de indignación, Correa dijo que los desechos petroleros han causado graves daños a la naturaleza y a la salud de los habitantes de la zona.

Sostuvo, además, que en el juicio iniciado hace más de 13 años por colonos e indígenas amazónicos contra Chevron, el Gobierno ecuatoriano no ha intervenido, ya que se trata de un proceso entre privados.

No obstante, dijo que su Gobierno se ha visto en la obligación de reaccionar frente a la «campaña de desprestigio» que la petrolera ha emprendido.

Chevron ha demandado al Estado ecuatoriano ante un tribunal de arbitraje de la Corte de La Haya, donde ha pedido que se le endose el pago de la multimillonaria indemnización a la que fue condenada por la Corte de Justicia de la provincia de Sucumbíos.

El tribunal de La Haya ha aceptado la acción de Chevron, lo que para Correa es una «barbaridad jurídica» y una demostración de que en el mundo manda el poder del capital.

«Sólo unidos» se puede enfrentar a «los millones» de dólares que ha invertido Chevron, añadió el mandatario tras agradecer a países amigos como Venezuela y Nicaragua que se han solidarizado con Ecuador en esta causa, así como a procesos de integración regional como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA). EFE

 

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