ONU cree que se podrá «aprender mucho» de Uruguay

Planta de marihuana en Uruguay. Foto de Archivo, La República.

Asunción, 8 may (EFE).- El director regional de la Oficina de Lucha Contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas, Rafael Franzini, dijo hoy que se podrá «aprender mucho sobre cuales son los caminos a seguir» en política de drogas, al observar el proceso de legalización de la marihuana en Uruguay.

«Lo bueno de este proceso es que hay un comité científico asesorando, que lo integra la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Organización Panamericana de la Salud, y va a tener los ojos bien puestos y vamos a poder aprender mucho sobre cuales son los caminos para seguir», declaró Franzini, de visita en Paraguay.

El director regional de la agencia de las Naciones Unidas dijo que lo que Uruguay está haciendo es «un experimento único», como lo dice su Gobierno, y que aunque le parece «atrevido» aventurar si tendrá éxito o no, teme que pueda tener «impactos sanitarios en el país».

El Gobierno uruguayo del presidente José Mujica impulsó la aprobación de una ley que legaliza la compraventa y el cultivo de la marihuana en el país, que entró en vigor hace cinco días.

La novedosa legislación uruguaya es la primera del mundo en regularizar y poner en manos del Estado el uso recreativo de esta droga.

«Nadie conoce el reglamento de la ley que salió hace tres días. Yo lo he leído entre avión y avión, son 101 artículos. Se ve que hay muchos controles y muy importantes, ahora, si los controles van a funcionar, eso también es parte del experimento», dijo Franzini a los periodistas en Asunción, tras reunirse con el canciller paraguayo, Eladio Loizaga.

«Vamos a ver si es exitoso o no. Como dijo Mujica es una solución para 3 millones de habitantes, para un país que tiene el estatismo metido en las entrañas desde el siglo pasado, y que para controlar le cuesta menos que a otros, (…) lo que resulte en Uruguay es una solución para Uruguay», añadió.

«Dejemos que hagan sus transito de la ley y veamos qué cosas buenas se pueden incluir en las políticas publicas y las malas rechazarlas», valoró Franzini. EFE

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