OEA aprueba resolución sin los cambios a la CIDH que propuso Ecuador

Sesión de la Organización de Estados Americanos. Foto de Archivo, La República.

La Asamblea General de la OEA aprobó ayer una resolución sobre el funcionamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sin los cambios profundos propuestos por Ecuador, que no encontró suficiente apoyo entre los otros países.

La Administración del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, llegó a la reunión ministerial de Asunción, que reúne a todos los países de América menos Cuba, con un proyecto en la mano que rescataba las ideas que propugna desde hace años, las cuales aumentarían el control de la Comisión por parte de los gobiernos.

Sin embargo, no logró el respaldo esperado y tuvo que retirar el proyecto, que fue sustituido por otro que sí obtuvo consenso y que el propio canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, admitió que no llega tan lejos como hubieran deseado.

El documento aprobado contempla que la Comisión realice sesiones fuera de su sede en la capital de EE.UU., algo que ya hace, pero no menciona la iniciativa de Ecuador de que se mude permanentemente a otro país.

El tema provocó un tira y afloja entre Patiño y el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, quienes mantuvieron una reunión bilateral muy tensa al respecto durante la Asamblea, según dijeron a Efe diversas fuentes.

Insulza sostiene que el cambio de sede de la CIDH requeriría modificar los tratados de la OEA, cuya enmienda necesita la ratificación de los Congresos de los Estados miembros, incluido EE.UU.

«Eso es un camino inconducente, porque todos sabemos que no va a ocurrir», dijo el exministro chileno el lunes.

En cambio, Patiño defiende que para el cambio de sede basta con que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) modifique el estatuto de la CIDH, sin necesidad de pasar por los Parlamentos.

El proyecto aprobado este jueves también promueve un diálogo sobre las relatorías de la CIDH, que son sus áreas de trabajo.

Patiño reconoció en una rueda de prensa este jueves que se trata de una decisión «tibia», pues su país hubiera querido «ir más allá».

El documento menciona que ese diálogo puede incluir la posibilidad de crear un fondo único de financiación «para el fomento de contribuciones voluntarias».

En cambio, Ecuador quería que constara que esas donaciones «no podrán ser condicionadas ni direccionadas», como reflejó en su proyecto original, al que tuvo acceso Efe.

El país suramericano se queja de que la Relatoría de Libertad de Expresión recibe más fondos que las otras y que ese sistema de financiación afecta su objetividad.

Sus representantes repartieron a los cancilleres en la Asamblea un libro para refutar «las falsedades, sesgos y limitaciones» de los informes de esa entidad sobre Ecuador, según dijo hoy en el pleno Patiño, que calificó a esa Relatoría como «una vergüenza» para la OEA.

La Relatoría, que dirige la colombiana Catalina Botero, se ha pronunciado en contra de los procesos judiciales por injurias emprendidos contra periodistas y opositores por el presidente, Rafael Correa.

En su proyecto original Ecuador pedía «una revisión rigurosa» de los mandatos, fuentes y metodología de las relatorías, pero ese lenguaje se quedó fuera del documento final.

La resolución aprobada también pide a Insulza que consulte a los ocho países, entre ellos Estados Unidos, que no han suscrito la Convención Americana de Derechos Humanos, uno de los documentos clave de la OEA, y presente sugerencias «para su plena participación» en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Casi un centenar de organizaciones no gubernamentales de todo el continente se manifestó el martes en un comunicado conjunto en contra de las propuestas ecuatorianas, que ven como un intento de los Gobiernos de controlar el trabajo de la CIDH.

Patiño dijo en una entrevista con Efe que algunos miembros de la sociedad civil «están confundidos» porque creen que la Comisión «es un organismo de las Ong’s» (organizaciones no gubernamentales), pero el sistema «es de los Estados».

«El Consejo Permanente (de la OEA) es el que tiene que decidir los planes de la Comisión», dijo el canciller ecuatoriano, que aclaró que «otra cosa es que los Estados le digan: no vaya allá». (Asunción/EFE)

 

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