Argentina no cumplirá fallo Corte Suprema de EEUU

BUENOS AIRES (AP) — La presidenta Cristina Fernández calificó el lunes como «una extorsión» un fallo de la Corte Suprema estadounidense contra Argentina en una demanda iniciada por acreedores privados que poseen bonos en cese de pagos desde 2001, y aseveró que es imposible para el país cumplir en lo inmediato con el pago de unos 1.300 millones de dólares reclamados por los demandantes.

La mandataria, sin embargo, adelantó que Argentina honrará sus compromisos por unos 907 millones de dólares el 30 de junio con aquellos acreedores que aceptaron bonos de menor valor en dos reestructuraciones de deuda que hizo el país sudamericano en 2005 y 2010.

«Argentina no tiene por qué ser sometida a semejante extorsión», dijo Fernández en un mensaje a la población, aunque luego dejó una puerta abierta a una eventual negociación.

La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó sin comentarios la apelación de Argentina a fallos que habían ordenado pagar más de 1.300 millones de dólares a fondos de inversiones de alto riesgo que son tenedores de algunos de los bonos del país. El tribunal también dijo que los acreedores podían usar las cortes estadounidenses para forzar a Argentina a revelar dónde tiene bienes en el mundo para después embargarlos como garantía de pago.

El fallo ha sido un duro golpe para la estrategia diseñada por el gobierno para cambiar la imagen de «paria» internacional que se ganó el país sudamericano tras declarar la mayor cesación de pagos en la historia financiera mundial hace más de una década y las posteriores medidas intervencionistas que espantaron a inversionistas.

Fernández explicó que el país no puede hacer frente al monto reclamado por los «fondos buitres«, los cuales representan el 1% de los acreedores de la deuda externa argentina. En primer lugar, alegó, porque ese pago habilitaría a los bonistas que aceptaron los títulos reestructurados (92 y a otros que no lo hicieron pero tampoco demandaron al país, a reclamar el mismo trato, con lo cual Argentina tendría que enfrentar al corto plazo una erogación equivalente a la mitad de las reservas del Banco Central, que rondan los 30.000 millones de dólares.

«El fallo no me sorprendió, yo esperaba este fallo… Esto no es un problema económico, jurídico, ni legal, es la convalidación de un modelo de negocios a escala global que, si se sigue consolidando, va a generar tragedias», sostuvo la mandataria, quien agregó que los acreedores que demandaron al país ante la justicia estadounidense adquirieron los bonos impagos en 2008 por 48,7 millones de dólares y que al 2014 ganaron el 1.608%.

«Ni el crimen organizado hay una tasa de retorno en tan poco tiempo», sostuvo.

Aunque no lo dijo explícitamente, la mandataria dejó la puerta abierta la posibilidad de negociar con los acreedores demandantes al sostener que «Argentina ha demostrado una evidente voluntad de negociar… Espero que todos reflexionen y que podamos honrar no solo al 92% como lo vamos a hacer, sino al 100%».

Argentina ha implementado una política de desendeudamiento en los últimos 11 años durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su viuda y sucesora, que se tradujeron en el pago de una deuda al Fondo Monetario Internacional, a empresas que litigaron contra Argentina en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones y a la petrolera española Repsol por la expropiación de YPF en 2010.

Además, Argentina acordó recientemente con el Club de París saldar una deuda de unos 9.700 millones de dólares.

En reacción al fallo, el índice Merval de las empresas líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se desplomó 10,09%. Las compañías más afectadas durante la ronda fueron EDENOR, la mayor distribuidora de electricidad del país, con una caída de 20,47%, y la petrolera estatal YPF, que perdió 12,55%.

En tanto, el riesgo país de Argentina medido por la banca JP Morgan subía 130 unidades a 867 puntos básicos.

Argentina había pedido a la Corte Suprema que interviniese alegando que obligar al país a pagar todo lo adeudado en efectivo podría desestabilizar la economía global, al dificultar otras reestructuraciones voluntarias de deuda. Pero el máximo tribunal se negó el lunes a involucrarse en el caso.

El fondo NML indicó en un comunicado que «la Corte Suprema ha hablado. Ahora es momento de que Argentina honre sus compromisos con sus acreedores, lo que va a beneficiar tanto la economía argentina como su posición internacional».

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Los periodistas de Associated Press Mark Sherman, en Washington; Almudena Calatrava y Débora Rey, desde Buenos Aires, contribuyeron a este despacho.

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