Hollande ofrece apoyo a las fuerzas que luchan contra el Estado Islámico

Foto de Archivo: La República.

París, 7 ago (EFE).- El presidente francés, François Hollande, se declaró hoy dispuesto a apoyar a las fuerzas que luchan para bloquear la ofensiva emprendida por el yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de Irak.

En una conversación telefónica mantenida con el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, Hollande «confirmó la disponibilidad de Francia para ofrecer apoyo a las fuerzas que participan en ese combate».

«La persecución por parte de ese grupo terrorista de minorías religiosas, principalmente cristianas y yazidís, constituye un crimen de extrema gravedad», aseguró el jefe del Estado francés en un comunicado difundido por el Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.

Según Hollande, las «abominables atrocidades» perpetradas por el EI desde la toma de Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana del país, «son la última manifestación de su locura destructora hasta la fecha» y se suman «al sufrimiento de una minoría vulnerable que tiene una necesidad imperiosa de ayuda».

Subrayó la necesidad de lograr proteger a esa comunidad para que permanezca en Irak y recordó que Francia está dispuesta a abrir el proceso de asilo a aquellos que deseen abandonarlo y «posean vínculos sólidos» con el país.

Su conversación se produjo después de que Francia pidiera hoy una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para que la comunidad internacional se oponga «a la amenaza terrorista en Irak», ante el avance del EI en las zonas donde habita la población cristiana.

En la conversación telefónica, según el Elíseo, Hollande también «destacó la voluntad de Francia de mantener sus esfuerzos a nivel internacional para ayudar a las autoridades del Kurdistán, tanto en su acción contra el grupo terrorista EI como para aportar respuestas a la situación de las poblaciones civiles desplazadas y amenazadas».

Los combatientes del EI tomaron hoy el control de zonas de mayoría cristiana ubicadas en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, lo que provocó la huida de miles de familias.

En junio pasado, el Estado Islámico se hizo con el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, y a partir de entonces continuó con su conquista hacia otras regiones, entre ellas Sinyar, lo que le acerca al último paso fronterizo con Siria que le falta por dominar y a la que extendió su proclamación de un «califato islámico». EFE

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