La directora del Servicio Secreto de EE.UU. dimite bajo el peso del escándalo

Julia Pierson.

Washington, 1 oct (EFE).- La directora del Servicio Secreto de EE.UU., Julia Pierson, presentó hoy su dimisión bajo el peso del escándalo creado por la entrada de un intruso en la Casa Blanca, que sumado a otros fallos ha llevado al presidente Barack Obama a considerar que «se necesita un nuevo liderazgo» en esa agencia.

La dimisión de Pierson llegó apenas horas después de que empezaran a derrumbarse los apoyos a su gestión en el Congreso estadounidense, que este martes dedicó una audiencia entera a examinar su capacidad para liderar el cuerpo encargado de la seguridad presidencial.

«En los últimos días, ha habido varios informes recientes que plantean dudas sobre el desempeño del Servicio Secreto y el presidente ha concluido que se necesita un nuevo liderazgo en esa agencia», aseguró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

Obama telefoneó hoy a Pierson para agradecer sus más de 30 años de «servicio a la agencia y al país», poco antes de que el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, que supervisa al Servicio Secreto, anunciara que había aceptado la dimisión de la funcionaria.

«Pierson ha presentado su dimisión porque piensa que es lo mejor que puede hacer por la agencia a la que ha dedicado su carrera. El secretario Johnson está de acuerdo con esa decisión y el presidente (Obama) también lo está», afirmó Earnest.

La primera mujer en dirigir el Servicio Secreto confirmó poco después que considera que su dimisión es «lo mejor» para esa agencia «y para el pueblo estadounidense».

«El Congreso ha perdido la confianza en mi capacidad para dirigir la agencia. Y los medios han dejado claro que esto es lo que esperaban», dijo Pierson en una entrevista con Bloomberg News.

«Pero es doloroso para mí abandonar en un momento en que la agencia se está recuperando de una brecha significativa en su seguridad», añadió.

El escándalo surgió el pasado 19 de septiembre, cuando Omar J. González, un veterano de Irak con supuestos problemas mentales, logró entrar armado con un cuchillo en la Casa Blanca y acceder al primer piso de la residencia presidencial.

González, un texano de 42 años, compareció hoy ante un tribunal federal en Washington y se declaró no culpable de los tres cargos de los que fue acusado este martes por el incidente y que podrían suponerle una condena de hasta 16 años de cárcel.

Tras conocerse ese incidente, y ante las preguntas de cómo pudo llegar tan lejos el sujeto sin ser detenido, los medios de EE.UU. sacaron a la luz otros casos de presunta negligencia, como el ocurrido en 2011, cuando la agencia tardó cuatro días en descubrir que alguien había disparado contra un piso de la Casa Blanca.

Además, este martes se supo que el pasado 16 de septiembre en Atlanta (Georgia), Obama subió en ascensor junto a un empleado de seguridad subcontratado con antecedentes penales que iba armado, un incidente que viola los protocolos del Servicio Secreto.

La Casa Blanca no ha establecido una fecha para nombrar al sustituto permanente de Pierson, pero Johnson encargó hoy a Joseph Clancy, que se retiró del Servicio Secreto en 2011 tras una larga carrera en la que dirigió la división dedicada a la protección de presidentes, que dirija la agencia de forma interina.

La renuncia de Pierson fue bien recibida en el Congreso, donde cada vez más legisladores de ambos partidos se decantaban por pedir su dimisión.

«Esto era algo que tenía que ocurrir. Ella ha perdido la confianza de los hombres y mujeres en el servicio secreto. Tampoco ha sido franca con el Congreso ni ha compartido detalles vitales con el presidente», indicó el legislador republicano por Utah Jason Chaffetz al diario Washington Post.

El congresista republicano Darrell Issa, no obstante, subrayó que la dimisión de Pierson «no resuelve los problemas en el Servicio Secreto» y es necesario examinar en profundidad los «graves fallos en la agencia».

Con ese fin, Johnson anunció hoy el lanzamiento de una investigación independiente sobre el incidente del 19 de septiembre y otros problemas de seguridad en el anillo presidencial, con un grupo de trabajo que deberá entregar antes del 15 de diciembre su evaluación y recomendaciones sobre la seguridad de la Casa Blanca.

Ese grupo también deberá enviar sugerencias de posibles nuevos directores del Servicio Secreto y estudiar si es necesaria una investigación más amplia sobre esa agencia federal. EFE

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