Turquía descarta un ataque en solitario para salvar la ciudad siria de Kobani

Ankara/Estambul, 9 oct (EFE).- El Gobierno turco ha vuelto a enfriar hoy las perspectivas de una intervención militar para evitar que la ciudad kurdo-siria de Kobani caiga en manos del grupo yihadista Estado Islámico, una actitud que ha provocado protestas de los kurdos de Turquía que se han saldado ya con 29 muertos.

«No es realista esperar de Turquía que haga en solitario una operación terrestre», dijo hoy el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que se halla en Turquía de visita oficial.

«Seguimos hablando con nuestros aliados. Cuando una decisión conjunta se haya tomado, Turquía aportará su parte», manifestó Cavusoglu.

Ankara ha pedido reiteradas veces establecer una zona de exclusión aérea y de contención en el norte de Siria, algo que no se ha debatido hasta ahora en el seno de la Alianza Atlántica.

«No existe una solución simple. Esto (la zona de exclusión) no ha estado sobre la mesa de los debates de la OTAN», dijo Stoltenberg, aunque se mostró satisfecho de que el Parlamento turco haya renovado el permiso para que el Ejército turco pueda intervenir en Siria.
kurdos
Mientras el Gobierno turco se mantiene en su postura de no intervención contra los yihadistas, la tensión en el sureste del país, donde vive la mayoría de la población kurda, vivió un nuevo rebrote por la noche tras una jornada de aparente calma.

Dos mandos policiales murieron en un atentado en Bingöl, en el que también resultó herido el jefe de Policía de la ciudad.

En la ciudad de Ganziatep, cuatro personas murieron y otras 20 resultaron heridas en choques entre grupos ultranacionalistas y activistas kurdos, que se manifestaban a favor de la ciudad kurdo-siria de Kobani, asediada por los yihadistas, y contra la negativa del Gobierno turco de intervenir para evitar su caída.

Ya antes, un joven de 27 años había muerto en la provincia de Mardin mientras participa en un ataque con piedras y explosivos caseros contra un cuartel de la gendarmería.

Otras seis personas resultaron heridas en ese incidente, según un comunicado oficial del gobernador de Mardin.

De esta forma, son ya 31 las personas muertas en los distintos ataques, protestas y disturbios que se han producido desde el pasado lunes en el sureste de Turquía.

La gran mayoría de las víctimas mortales falleció en tiroteos entre activistas kurdos de izquierda e islamistas radicales o ultranacionalistas, aunque cuatro personas fueron linchadas en la calle y dos murieron durante intervenciones de las fuerzas del orden.

Antes del rebrote de tensión y ante la aparente calma, el Gobierno había levantado el toque de queda impuesto el martes en seis provincias del sureste de Turquía, donde residen la mayoría de los kurdos del país.

Diyarbakir, la «capital» kurda, fue la última ciudad donde se levantó el toque de queda, rectificando así un anuncio anterior de mantener hasta el viernes la prohibición de salir a la calle.

Ha sido en esta ciudad donde se han producido los mayores enfrentamientos.

Hoy también se produjeron disturbios en las Universidades de Ankara y Estambul, donde la Policía intervino con cañones de agua y gas lacrimógeno y practicó detenciones.

El Gobierno ha prometido poner fin a la violencia «con todos los medios», mientras que la oposición ha hecho llamamientos al diálogo para salvar la ciudad kurdo-siria de Kobani del asedio yihadista.

Las organizaciones kurdas han rechazado el discurso del primer ministro, Ahmet Davutoglu, que describió el sitio del Estado Islámico (EI) a Kobani como un problema internacional, del que Turquía no se puede responsabilizar.

Desde el partido pro kurdo HDP se ha advertido de que los kurdos de Turquía no pueden quedarse de brazos cruzados ante lo que está ocurriendo en Kobani y ha pedido que Ankara apoye a las milicias kurdas que se enfrentan en el norte de Siria a los yihadistas.

Por su parte, Kemal Kiliçdaroglu, dirigente del principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, se pronunció hoy a favor de una intervención militar turca limitada al área de Kobani para rechazar a los yihadistas, pero sin intentar ocupar las zonas bajo control de las milicias kurdas.

A última hora del jueves se registró un nuevo incidente en la provincia de Mardin, al ser atacada una comisaría fronteriza del municipio de Nusaybin con armas de fuego, tanto del lado turco como del lado sirio, asegura la emisora CNNTürk. EFE

kobani

Más relacionadas