El canciller español José Manuel García Margallo comenzó el lunes una visita a Cuba con la cual se pretende avanzar en las tortuosas relaciones del viejo continente con la isla.
La visita del canciller de España se produce en momentos que Cuba busca socios comerciales entre el empresariado europeo con la oferta de una zona franca y una nueva ley de inversión extranjera.
La llegada de García Margallo además tiene lugar cuando muchas voces demandan a Estados Unidos, un aliado comercial y político de Europa, que normalice las relaciones con La Habana.
Preguntado en el Aeropuerto de La Habana si trae al gobierno cubano «mensajes concretos» de Estados Unidos, tal y como publicó hoy el diario español «El País», el ministro se limitó a decir que los mensajes entre gobiernos «se trasladan a los gobiernos, no se explicitan en los medios».
A su arribo a la capital cubana el domingo por la tarde, García Margallo mencionó que en la agenda traerá temas como el relanzamiento de la Cumbre Iberoamericana –promovida por España– y las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Cuba, además de asuntos bilaterales.
Margallo se entrevistará con empresarios españoles en la isla y funcionarios de primer nivel entre ellos con el canciller Bruno Rodríguez, el ministro de comercio Exterior Rodrigo Malmierca y el vicepresidente Ricardo Cabrisas. No se descarta que lo reciba el mandatario Raúl Castro.
España es el primer socio comercial europeo y el tercero de Cuba a nivel global -precedido por Venezuela y China– y según cifras oficiales el comercio alcanzó los 1.397 millones de dólares en 2013, un poco superior a los 1.156 millones del 2012.
Además, en lo político España siempre tuvo una fuerte carga como la interlocutora de Cuba ante el viejo continente.
«España está reaccionando como país líder dentro de la Unión Europea a cambios que ellos siempre consideraron sustantivos en Cuba», comentó a la AP el economista cubano e investigador en la Universidad de Denver, Arturo López-Levy.