El documental «Tras Nazarín» sigue los pasos del México nostálgico de Buñuel

CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 17/03/2015.- El director español Javier Espada (c) y las actrices mexicanas Rosenda Monteros (d) y Pilar Pellicer (i) posan hoy, martes 17 de marzo de 2015, durante una rueda de prensa, en Ciudad de México, para la presentación de la película "Tras Nazarín", un documental que sigue los pasos de Luis Buñuel en el rodaje de "Nazarín", donde encontró los retazos de su infancia y de "su España perdida". EFE/Mario Guzmán

México, 17 mar (EFE).- El director Javier Espada presentó hoy en la Ciudad de México «Tras Nazarín», un documental que sigue los pasos de Luis Buñuel en el rodaje de «Nazarín», donde encontró los retazos de su infancia y de «su España perdida».

En 1959, Buñuel escogió varios pueblos del estado de Morelos (centro de México) para situar su película, poniendo la mirada en aquellos que evocaban el país que el cineasta había dejado atrás, su infancia y su localidad natal, Calanda, dijo Espada a Efe.

Por ello, explicó el director, estos rasgos nostálgicos hacen que «Nazarín» sea «una película muy española en México», en la que Buñuel «salta fronteras» para crear una obra personal que va más allá del enlace entre ambas naciones.

Espada resaltó la vinculación que mantiene con Buñuel al haber nacido también en Calanda (en la región de Aragón, noreste de España), y que esto fue lo que le permitió llevar de una manera personal el documental, que retrata la creación de una cinta «poco conocida pero importantísima», ya que fue el antecedente de «Viridiana», rodada un par de años después.

El documental, que se estrenó la semana pasada en la 30 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), recoge testimonios de personajes como el director Carlos Saura, el fotógrafo Gabriel Figueroa Flores o las actrices Silvia Pinal y Asunción Balaguer.

Además, incluye grabaciones con declaraciones del propio Buñuel y desempolva su archivo fotográfico, en el que plasmó las localizaciones del filme, protagonizado por el español Francisco Rabal.

«Él trabajaba muchísimo los guiones, pero también iba personalmente con su cámara y tomaba las fotos de los exteriores», recordó Espada, destacando la habilidad de Buñuel para manejar los rodajes de forma «rápida» y con una planificación «perfecta».

A esto se le añade el interés del documental por la figura de Manuel Álvarez Bravo, encargado de la fotografía fija de la película, quien dejó un testimonio en forma de casi mil imágenes en formato 6×6, entre las que se incluyen retratos de Buñuel y momentos del rodaje.

El director estuvo acompañado en la presentación del documental por Rosenda Monteros y Pilar Pellicer, quienes formaron parte del reparto de «Nazarín».

«Me llevó tiempo aquilatar lo que significó haber sido parte, aunque pequeña, de la película, haberle conocido (a Buñuel) y haber trabajado con él», afirmó Monteros, mientras que su compañera remarcó que la cinta supuso para ella una experiencia «extraordinaria».

Ahora, el documental nace con la intención de dejar un «testimonio» que pueda influir en cualquier creador, ya que «la obra de Buñuel no deja indiferente».

«Espero que el documental contribuya a que los alumnos de las escuelas de cine, por ejemplo, vuelvan a mirar hacia la obra Buñuel», concluyó Espada. EFE

Más relacionadas