Quito (API).- Mushuc Runa sorprendió esta tarde a El Nacional en el estadio Olímpico Atahualpa y lo venció 2-1 luego de ir perdiendo.
En el primer tiempo, El Nacional mantuvo sus formas y jugó con fe. La velocidad, que fue la tónica del dueto de partidos ante Universidad Católica, se volvió a manifestar, con un ‘Diablito’ Lara persistente y la presencia del juvenil Adolfo Muñoz que está lleno de emoción y recursos. Mushuc Runa camina mucho más cansino. Pita y Govea avanzaban mucho más lento que sus rivales, los ex criollos -casualmente- proyectaban balones cruzados hacia la ‘Tuca’ Ordóñez que filtraba por entre los centrales para acercase a un Adrián Bone que lució nervioso.
La mezcla de velocidades que se vivía en el Atahualpa era contraproducente para El Nacional. Se perdían pelotas insólitamente en la mitad del campo y la retención de las marcas fallaban continuamente. El tanto de apertura se abrió gracias a una pelota parada. Tiro libre que asumió Christian Lara, el pivoteo de Pablo Palacios y la llegada del zaguero Anderson Ordóñez que fue el no programado. Primer tanto para el ex defensor de Barcelona que dejaba bien parqueado al equipo de Octavio Zambrano que aguantaría su ventaja hasta el final del primer tiempo.
Para el complemento, Vizuete mandó a que sus elementos del mediocampo se agrupen con disciplina para que recuperen la pelota. Basados en ese principio tan simple, los del Ponchito Rojo fueron armando el juego con mayor tranquilidad. El Nacional, perdido, intentó seguir empujando sin éxito. En ese contexto, Mushuc Runa encontró el empate con una gran decisión de Walter Iza que se perfiló desde la orilla del área para cruzar un remate que le fue imposible al timorato Bone que no llegó a pesar de su esfuerzo. Sexto gol para el ‘Conejo’ en el año y el primero desde que Sixto Rafael Vizuete es su DT. Poco tiempo pasó, y de nuevo el ‘Rojo’ que hizo agua en defensa. Pelota revoleada por Juan José Govea y la ‘Tuca’ Ordóñez que apareció perfecto para resolver y dar la vuelta al partido.
El Nacional pasó al rol de los desesperados. Octavio Zambrano, que anticipó dos cambios defensivos antes que se marcara el empate, ya no tenía forma de cambiarle de cara al partido. Lo mandó a Villalva al campo de juego y empezaron los criollos a jugar a los centros. Álvarez fue colapsado por Cellay, el Rojo perdió toda chance de recomponerse arriba. Se les fue el tiempo, la gente gritaba ‘Fuera Zambrano’ y la decepción se instaló en El Batán. (D).
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