Grecia no aceptará acuerdos «humillantes» para sobrellevar la deuda

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, habla con la prensa durante una cumbre de la UE en Bruselas el 20 de marzo de 2015. (AP Foto/Virginia Mayo)

ATENAS (AP) — Grecia está dispuesta a aceptar un acuerdo «viable y duradero» con sus acreedores, pero no en «términos humillantes», afirmó el sábado el primer ministro Alexis Tsipras ante miembros de su gobernante partido Syriza.

Los cuatro meses que Syriza lleva en el poder están marcados por las negociaciones que el gobierno griego ha sostenido con los acreedores internacionales, como la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, ante la abultada deuda del país.

A pesar de que Tsipras dijo que las negociaciones habían entrado en una «recta final», dio a entender que hay mucho camino por recorrer y que el pueblo griego no puede aceptar más medidas de austeridad. Asimismo dijo que Grecia ha hecho todo lo posible para alcanzar un acuerdo.

«En todo momento hemos mostrado nuestra disposición a hacer concesiones para lograr un acuerdo que sea mutuamente aceptable. Exigimos a nuestros socios el mismo respeto y correspondencia en las concesiones. Hemos cumplido con nuestras obligaciones, es hora de que Europa haga lo mismo», declaró Tsipras.

Circulan versiones de que Tsipras estaría dispuesto a transigir aunque los legisladores del ala izquierda del partido advirtieron que no aceptarán un acuerdo que dé continuidad a las políticas de austeridad que han devastado la economía de Grecia.

Algunos legisladores incluso han dicho que no sería una catástrofe que Grecia abandone el euro, la moneda común que utilizan 19 naciones europeas.

Tsipras no dirigió sus palabras directamente a los disidentes del partido pero intentó tranquilizarlos con la afirmación de que no se comprometerá más de lo necesario. Sin embargo, advirtió que Grecia tendrá que reformar su sistema de pensiones.

Un acuerdo mutuamente aceptable, dijo Tsipras, debe incluir superávits fiscales primarios menores a los acordados previamente; hacer que paguen los ricos y no los pobres, por lo que se descartan nuevas reducciones a salarios y pensiones; una reestructuración o una cancelación de la deuda; y un «plan generoso de inversiones en infraestructura y nuevas tecnologías».

De todos estos puntos, Tsipras dejó entrever que hay acuerdo con los acreedores sobre los superávits, pero sólo para 2015 y 2016. Este aspecto ahorraría a Grecia 10.000 millones de euros (11.000 millones de dólares) en medidas adicionales de austeridad, agregó.

Tsipras acusó a FMI de empecinarse en exigencias inadmisibles sobre el Impuesto al Valor Agregado, reformas a las pensiones y flexibilización del mercado laboral.

«Los arquitectos del programa más fallido en la historia del FMI insisten en posiciones extremas para no aceptar su fracaso», agregó.

Aunque no los identificó específicamente, Tsipras también censuró a funcionarios europeos por augurar el fracaso de las negociaciones sobre la deuda griega.

«Quiero enviar un mensaje claro. En estos últimos días previos al acuerdo, que se permita actuar a quienes quieran contribuir a concretarlo. Los que no, que se mantengan en silencio», apuntó. (I)

Por DEMETRIS NELLAS, Associated Press

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