Blatter renuncia a la presidencia de la FIFA

Joseph Blatter (izda), presidente de la FIFA, sale tras la rueda de prensa ofrecida en la que que ha puesto a disposición su cargo y ha informado de que habrá un congreso extraordinario para elegir al nuevo mandatario del máximo organismo futbolístico mundial, en la sede de la FIFA en Zúrich, Suiza, el 2 de junio del 2015. EFE/Ennio Leanza

ZURICH, Suiza — Joseph Blatter anunció el martes que renunciará a la presidencia de la FIFA, en medio de un escándalo de corrupción sin precedentes, y dijo que convocará a elecciones para elegir su sucesor.

La dimisión de Blatter, de 79 años, se ha producido horas después de que se conociese que la investigación de la fiscalía estadounidense sobre la supuesta red de corrupción en la FIFA alcanzase a su mano derecha, el secretario general del organismo futbolístico internacional, Jerome Valcke. La investigación en Estados Unidos reveló que Valcke transfirió 10 millones de dólares en 2008 a cuentas manejadas por uno de los dirigentes detenidos la pasada semana, el exvicepresidente de la FIFA Jack Warner. El dinero procedía de la federación sudafricana, que lo justificó como pagos para el desarrollo del fútbol en el área del Caribe. Los investigadores, sin embargo, sospechan que se trataba de sobornos para lograr apoyos a la celebración del Mundial de 2010 en Sudáfrica, según The New York Times.

Blatter, de 79 años, fue relegido el viernes a un quinto período, dos días después que detonó el peor escándalo en sus 17 años al mando con el arresto de siete dirigentes de la FIFA como parte de una pesquisa del gobierno estadounidense por crimen organizado, sobornos y lavado de dinero.

«A pesar de haber sido apoyado en elecciones, ese apoyo no lo comparten todos. Por eso pongo mi renuncia a disposición de los dirigentes del mundo. Tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración», aseguró Blatter en una conferencia de prensa convocada de emergencia.

El todavía presidente de la FIFA aseguró que seguirá en el cargo hasta que se celebre nuevo congreso, que todavía no tiene fecha, y en el que se decidirá el nombre del nuevo mandatario de la institución internacional.

«Aunque los miembros de la FIFA me reeligieron presidente, parece ser que este lunes no fui apoyado por todo el mundo del fútbol, aquellos que inspiran la vida en el fútbol como hacemos en FIFA. Esto es por lo que convocaré un congreso extraordinario y pondré a disposición mi cargo, que va a ser cubierto lo más rápido posible y un nuevo presidente será elegido para sucederme», afirmó.

También indicó que «aprecia y adora» la FIFA más que «otra cosa» y explicó que ha tomado esta decisión porque quiere «hacer» lo mejor para el organismo del que acaba de dimitir.

Las elecciones serán en algún momento entre diciembre y marzo. El príncipe jordano Alí Ben Hussein, hermano del actual rey de Abdalá de Jordania, que compitió con Blatter en la votación por la presidencia que se llevó a cabo el pasado viernes, ya ha anunciado su intención de presentarse a la presidencia.

Blatter indicó que tomó la decisión después de «considerar detenidamente mi presidencia y… los 40 últimos años de mi vida».

Tres días antes, Blatter lució desafiante y energizado en la misma sala al restar importancia a las preguntas sobre la manchada reputación de la FIFA y la posibilidad de que las autoridades estadounidenses estuviesen tras su cabeza.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que no comentará al respecto. La fiscalía de Suiza indicó que el dirigente no es investigado en ese país.

Blatter fue elogiado el martes por uno de sus mayores detractores, el líder de la UEFA y otrora pupilo suyo Michel Platini.

«Fue una decisión difícil, una decisión valiente, y la decisión correcta», dijo Platini, quien pidió a Blatter la semana pasada que renunciara antes de la votación.

Platini, quien decidió no retar a Blatter en la elección, es el candidato favorito para sucederlo.

Blatter llegó a la FIFA en 1975 como director técnico de desarrollo de proyectos, y fue ascendido a secretario general en 1981. Durante 17 años, fue la mano derecha del brasileño Joao Havelange, antes de ser elegido como presidente.

En sus últimos meses en el cargo, Blatter dijo que implementará las reformas que prometió en 2011 durante un escándalo previo de corrupción, pero que nunca lograron los cambios necesarios.

«Ya que no seré candidato, ahora soy libre de las ataduras que imponen las elecciones, y puedo concentrarme en impulsar reformas abarcadoras y fundamentales para trasciendan nuestros esfuerzos previos», afirmó.

Entre los posibles cambios están la imposición de un límite a los períodos del presidente y los miembros del comité ejecutivo; un comité ejecutivo más pequeño elegido por todas las federaciones miembro de la FIFA y no sólo por regiones; y supervisión más estricta sobre los funcionarios.

Blatter volvió a culpar a sus colegas del comité ejecutivo por los escándalos.

«El comité ejecutivo incluye a representantes de las confederaciones a quienes no controlo, pero la FIFA es responsabilizada por esas acciones», indicó.

La nueva elección será supervisada por Domenico Scala, el director del comité de auditoría y cumplimientos de la FIFA.

Scala habló inmediatamente después del anuncio de Blatter, y elogió una decisión que según él fue «difícil y valiente en las circunstancias actuales».

«Esta es la forma más responsable de asegurar una transición ordenada», indicó. «Hay mucho trabajo que hacer para recuperar la confianza del público»(D).

Joseph Blatter, presidente de la FIFA, anuncia en rueda de prensa que pone a disposición su cargo e informa de que habrá un congreso extraordinario para elegir al nuevo mandatario del máximo organismo futbolístico mundial, en la sede de la FIFA en Zúrich, Suiza, el 2 de junio del 2015. EFE/Ennio Leanza
Joseph Blatter, presidente de la FIFA, anuncia en rueda de prensa que pone a disposición su cargo e informa de que habrá un congreso extraordinario para elegir al nuevo mandatario del máximo organismo futbolístico mundial, en la sede de la FIFA en Zúrich, Suiza, el 2 de junio del 2015. EFE/Ennio Leanza

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