El milagro

Juan Carlos Díaz-Granados Martínez
Guayaquil, Ecuador

En los últimos ocho años, alguien mencionó que se había producido el milagro ecuatoriano.  Cuando analizo los gráficos de la historia económica de los últimos años, veo que el PIB crece y decrece según el precio del barril de petróleo (WTI).  No existe milagro.  El gobierno actual pensó que el precio del petróleo se iba a mantener alto para siempre y elaboró una Constitución en la cual, el sector privado puede invertir por excepción.  Su modelo económico se basa en el crecimiento sustentado por el sector público, que hoy se ha incrementado hasta representar el 53% de la inversión total.  Sin el precio de petróleo alto, el sector público ha parado sus inversiones.

No se fomentó la productividad, pero se atacó al empresariado.  Se aumentaron los impuestos y la recaudación tributaria.  El presupuesto del Estado creció desde diez mil millones de dólares hasta 36 mil millones de dólares.  El gasto público se triplicó, haciendo que el déficit fiscal creciera.  Ante esta situación, el gobierno comenzó a contraer deuda externa e interna, triplicándola desde el 2009 hasta la actualidad.  Como quien usa la tarjeta de crédito para cubrir sus gastos cuando los ingresos se reducen.

Simultáneamente se aplicaron normas técnicas y cupos para restringir las importaciones.  Se reguló la publicidad y se promulgó una legislación laboral que fomenta el desempleo.  La tramitología creció hasta límites que el propio presidente no pudo creerlo cuando los gremios empresariales le presentaron una diapositiva que así lo explicaba.

En lugar de salir a vender más al mundo, el gobierno decidió que las importaciones eran malas para el país.  Y en marzo de este año, impuso salvaguardias que van desde el 5 hasta el 45 %.  Aplican para los más variados productos.  Inmediatamente decrecieron las importaciones de materias primas y bienes de capital.  Se volvió más caro producir en el Ecuador y la inflación subió.  Una vez más, los comerciantes fueron los culpables.

El contrabando desde Colombia y Perú se incrementó como consecuencia de estas medidas; de la apreciación del dólar frente a las monedas de los países vecinos y la depreciación de las monedas de Colombia y Perú, permitiendo que los ecuatorianos tengamos mayor poder adquisitivo en esos países, mientras que los productos y bienes que se comercializan en Ecuador subieron de precio.  Habría que analizar cuánto pierde el Estado en recaudación de impuestos como consecuencia del contrabando y la pérdida de competitividad que las salvaguardias generan.

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