La Cumbre ASPA arranca mañana con un marcado carácter económico

Cumbre ASPA. Foto de archivo

La IV Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes (ASPA) comienza mañana en Riad con el impulso de las inversiones y el comercio entre estas dos regiones del mundo como principal meta.

Centrada en reforzar la cooperación y el diálogo entre ambos bloques, la Cumbre de Riad, de dos días de duración, marca el décimo aniversario del lanzamiento de este foro político y económico que busca ser una alternativa y un eje sur-sur.

En la capital saudí se dan cita los 22 países árabes y los 12 de América del Sur, con una representación al más alto nivel por parte de los primeros y menor de los segundos, entre los que destaca la participación de los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Ecuador, Rafael Correa.

También acuden a la cita el primer ministro de Perú, Pedro Cateriano; el vicepresidente argentino, Amado Boudou; y los ministros de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, y Colombia, María Ángela Holguín, entre otros.

Está previsto que al término de la cumbre se emitan dos documentos, uno de ellos de corte político, con el nombre de «Declaración de Riad», que recogerá las posturas de los participantes sobre las relaciones entre los dos bloques y sobre temas importantes regionales e internacionales, según informaron a Efe fuentes de la organización.

Los principales asuntos de la agenda política son la causa palestina, la formación de una fuerza militar árabe conjunta, los actuales conflictos en países como Libia, Siria y Yemen, y el Tratado de No Proliferación Nuclear.

Algunos de los objetivos de esta coordinación entre las alejadas regiones es crear un frente común en las organizaciones internacionales, como Naciones Unidas, y respaldar las posiciones de los países en desarrollo en estos foros.

El segundo texto de la IV Cumbre ASPA, que se celebra tras las de Brasilia (2005), Doha (2009) y Lima (2012), se centrará en el aspecto económico del encuentro y en los acuerdos firmados en este ámbito.

Ese foro de empresarios, que se reunió ayer, recomendó la creación de dos compañías conjuntas, una de transporte comercial marítimo y otra de servicios logísticos, una propuesta que será abordada en la cumbre.

Los dos bloques buscan también impulsar estrategias de integración económica y estudiar las oportunidades de inversión en los sectores de la industria, la agricultura y la energía.

Según dijo a Efe un miembro de la delegación ecuatoriana, el embajador en Egipto y Arabia Saudí, Germán Espinoza, las cumbres ASPA han tenido «repercusiones y frutos en los campos de la inversión y los negocios», pero hay que «avanzar más en mejorar la conexión marítima y aérea» para favorecer las exportaciones.

Para el diplomático, ambas regiones son «complementarias» ya que los países suramericanos son productores alimentarios y Oriente Medio tiene «un déficit» en este sector, por lo que -subrayó- Suramérica puede «garantizar la seguridad alimentaria» de los árabes.

Espinoza reconoció que uno de los temas importantes de la reunión de Riad es el petróleo, cuyos precios actuales preocupan a Ecuador.

Muestra de ello es que tanto Ecuador como Venezuela, los únicos dos países suramericanos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), acuden con delegaciones encabezadas por sus presidentes.

Correa mantendrá reuniones con sus homólogos de Arabia Saudí, Catar y otros países pertenecientes a la OPEP para abordar la caída del precio del petróleo, que ha impactado negativamente en la economía ecuatoriana.

Por su parte, Maduro ya anunció que pretende aprovechar el encuentro para insistir en una fórmula acordada entre los países productores de petróleo para recuperar el precio del crudo.

Al margen del petróleo, lograr una mayor inversión de las empresas árabes en Suramérica es el objetivo de la mayoría de los participantes, incluido Brasil, como reconoció su Ministerio de Exteriores hace tres días.

Según los datos del Gobierno brasileño, el comercio entre Suramérica y los países árabes creció un 183 por ciento en los últimos diez años, desde 13.700 millones de dólares en 2005 hasta 34.800 millones de dólares el año pasado.

Las relaciones afrontan ahora nuevos desafíos, que quedarán patentes en la cumbre, como son la crisis económica o el menor crecimiento que sufren muchos países suramericanos y los conflictos armados que asuelan Oriente Medio. EFE (I)

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